Lo que comenzó como una conversación despreocupada en un pub se ha transformado en un hito sorprendente en el mundo de la ingeniería amateur. Nicolas Barrioz y David Peyrou, dos amigos franceses, han logrado construir la bicicleta más alta del mundo, alcanzando los 7,77 metros de altura, y han sido oficialmente reconocidos por el Guinness World Records.

La idea nació una noche en la que ambos discutían en el pub local sobre hazañas extravagantes. Barrioz, un ingeniero mecánico, y Peyrou, un apasionado ciclista, compartían anécdotas sobre bicicletas inusuales cuando decidieron, entre risas y pintas, que podían construir algo que batiera todos los récords conocidos. “La idea parecía absurda al principio, pero cuanto más lo pensábamos, más nos entusiasmaba el desafío”, comenta Peyrou.

Tras meses de planificación y ajustes técnicos, la pareja se puso manos a la obra en un garaje alquilado. La “Starbike”, como la bautizaron, es una amalgama de piezas de bicicletas estándar y componentes personalizados, ensamblados con precisión para soportar su descomunal tamaño. La bicicleta tiene una estructura principal de acero reforzado, ruedas sobredimensionadas y un sistema de cadena de 16 metros, suficiente para que la transmisión llegue desde los pedales hasta la rueda trasera.

El verdadero reto vino al probarla. Para conseguir el récord, la Starbike debía ser capaz de recorrer al menos 100 metros sin asistencia. Barrioz se subió a la bicicleta utilizando una grúa hidráulica. Con un arnés de seguridad y una cuerda guía, inició el recorrido bajo la supervisión de un equipo de expertos. “Fue aterrador al principio, pero una vez en movimiento, fue como andar en cualquier otra bicicleta, solo que mucho más alta”, relata.

El resultado fue un éxito rotundo. Con 7,77 metros, la Starbike no solo se alza como la bicicleta más alta jamás construida, sino que también supera el récord anterior por 36 centímetros. El evento fue testigo de la presencia de representantes del Guinness World Records, quienes certificaron la hazaña.

Barrioz y Peyrou planean exhibir la Starbike en eventos ciclistas y exposiciones de ingeniería en toda Europa. “Este proyecto fue más que un récord; fue una aventura de innovación y amistad”, concluye Barrioz. Con su logro, ambos han demostrado que, a veces, las ideas más locas que nacen en un pub pueden cambiar la historia.

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