Todo el mundo sabe que los temas que tienen que ver con cifras de asistencia son cuanto menos escabrosos. Exceptuando los recintos cerrados en los que hay entradas vendidas y unos aforos, el resto de eventos outdoor se atribuyen la asistencia que quieren. Y así ha vuelto a pasar en el Snow Machine New Zealand, un festival de esquí y música que se celebra del 5 al 10 de septiembre en Coronet Peak y The Remarkables, dos de las estaciones de esquí más populares de las antípodas.

Desde el festival aseguran que han roto el récord del mundo de personas bajando en bikini y bañador por una pista de esquí. Afirman que reunieron a 1.500 esquiadores y snowboarders que, además de ir semidesnudos, bebieron mucho alcohol y disfrutaron de buena música a la llegada. Era la segunda edición que se celebraba el "Polar Bare" y superaron todas las expectativas.

Pero lo cierto es que hay otras estaciones de esquí que también organizan descensos en bikini y bañador cuando va terminando la temporada (que es cuando el tiempo permite semejante locura en la nieve). Y no solo eso, sino que muchos aseguran que tienen el récord del mundo.

Teóricamente, la única que cuenta con la certificación oficial de Guinness World Records es Rosa Khutor, en Sochi (Rusia). Del 9 de abril del 2016, cuando reunieron a 1008 personas. La propia estación rusa asegura que reunió a 1.200 personas al año siguiente y fue aumentando esa cifra hasta que en 2018 afirmó que eran más de 2.000. Otras estaciones como Sheregesh han dado cifras de bajadas similares con una asistencia de 1.498 participantes, que también habría superado el récord del 2016. Pero en ninguno de estos casos hay certificación Guinness. Tampoco en la de Nueva Zelanda.