NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SURF

Un tiburón no deja ni rastro de un surfista

Terrible noticia: desaparece un querido profesor de 46 años que surfeaba en Walkers Beach (Australia) junto a una quincena de personas más.

Actualizado a
Un tiburón blanco abriendo la boca y enseñando los dientes tras explorar una tabla de surf. En la Isla de Guadalupe (México).
YouTube

Este sábado por la mañana, Simon Baccanello disfrutaba de una sesión de surf junto a otras 15 personas en Walkers Beach, en la Eyre Peninsula, Australia. De repente, según cuentan los testigos, recibió un ataque de tiburón. 24 horas después solamente se ha podido recuperar su tabla de surf, pero no su cuerpo.Jaiden Millar, un surfista de 22 años que estaba en el agua cuando ocurrió el ataque, explica que fue “un incidente impactante. Había como 15 o 20 personas en el pico y podría haberle pasado a cualquiera”. Según relata a los medios locales, vieron la tabla de surf desplomarse a unos 500 metros de la costa mientras el surfista era “arrastrado hacia el fondo y la tabla se mantenía erguida como si fuera una lápida”.En ese momento, tal y como detallan los medios australianos, “los surfistas empezaron a nadar hacia él para ayudarlo, pero les dijo que no se preocuparan y que se resguardaran en la orilla”. Rápidamente llegaron los servicios de emergencia, que iniciaron una búsqueda por tierra, mar y aire que solamente encontró la tabla y tampoco ha podido determinar ni el tipo ni el tamaño del tiburón en cuestión. “Es una tragedia para esta pequeña comunidad. Este hombre había venido aquí hace poco”, explicaban precisamente los servicios de emergencia. Y es que sí, según se ha podido saber después, Baccanello -de 46 años- había empezado a trabajar en la escuela de Elliston en enero como profesor de matemáticas, ciencias y educación física y afirman que ya era “muy querido y respetado”.Es el segundo ataque de tiburón en poco tiempo en Australia. Hace unas semanas, el surfista profesional Max Marsden también recibió el mordisco de un escualo, aunque en este caso sobrevivió.