El Rip Curl Pro Bells Beach, el evento más longevo del mundo del surf, fue el escenario elegido por Owen Wright (Australia, 16 de enero del 1990) para poner punto y final a su carrera competitiva. Lo deja una leyenda, un surfista excepcionalmente alto cuyos tubos y potencia en las olas no tan grandes fueron inspiración para muchas personas. Un hombre cuya vida es una auténtica montaña rusa.Tres hermanos surferosOwen Wright es el mayor de los hermanos Wright. Todos ellos, surfistas profesionales. Tyler Wright, la mediana, es bicampeona del mundo de surf. Y Mikey Wright, el pequeño, siempre ha tirado más por el free surfing pero cuando ha competido no ha dejado indiferente a nadie.Huella en la World Surf LeagueLa historia de Wright con el surf empieza obviamente con sus hermanos en Culburra Beach (NSW, Australia), pero su carrera se podría decir que lo hace en 2007, cuando se convierte en campeón nacional. Luego con su primer año en el CT de la World Surf League, cuando fue nombrado Rookie of The Year. O su primera victoria, en Long Island, en 2012. Y nadie olvidará gestas como la victoria en el Fiji Pro con dos rondas perfectas (dos olas de 10 en cada una) en 2015.Bronce olímpicoQuizás su éxito deportivo más destacado. Estuvo en la primera aparición del surf en unos Juegos Olímpicos, en Tokio, donde consiguió el bronce. Le eliminó el campeón, Italo Ferreira, pero en la final de consolación sacó su carácter y su surfing en olas de un tifón y consiguió el preciado metal ante ni más ni menos que un tricampeón del mundo como Gabriel Medina.Un accidente que le cambia la vidaEn diciembre del 2015, Wright choca contra el fondo del mar en una serie desfasada en Pipeline. Parece solo un susto, pero al cabo de unas horas se desmaya y cuando vuelve en sí había perdido la memoria y no sabía ni hablar. Estuvo 15 meses para volver a lo más alto, para aprender de nuevo a surfear. E increíblemente, en su primera aparición en el Quiksilver Pro Gold Coast, ganó. Una historia plasmada en el documental Thrive.La estafa a los WrightOtro episodio que sin duda ha marcado su vida es el que ocurrió en 2021, cuando la contable de la familia, Shane Maree Hatton, fue detenida y aucsada de robar 1,5 millones de dólares que se habría gastado jugando al poker. En verano del 2022 fue condenada a pasar un mínimo de 3 años en prisión y a devolver la mitad del dinero: 800.000 dólares.