Sadie Sink saltó a la fama cuando se incorporó a la segunda temporada de Stranger Things de Netflix como Max Mayfield. Apareció con un patín de la época de Madrid Skateboards (que no os engañe el nombre, es una marca californiana que debe el nombre al apellido de su fundador). Le costó un poco convertirse en miembro de pleno derecho de la pandilla del pueblo de Hawkins, pero al final se convirtió en parte clave del equipo. Se ganó así una base de fans y su fama llegó a la cúspide -no hacemos spoiler- con una emotiva escena de la cuarta temporada con la banda sonora de Running Up That Hilll de Kate Bush, la canción retro más reproducida en Spotify en 2022.

Todo este contexto sirve para explicar que Sink estuvo en el programa Jimmy Kimmel Live esta semana y allí contó algunas cosas acerca de uno de sus habilidades en la serie: patinar. Explica, pro ejemplo, que los productores le enviaron una tabla de skate a su casa el día siguiente de obtener el papel pero que el proceso de aprendizaje fue un horror. En concreto, sus palabras son: "No tenía ni idea de patinar. Realmente no me gustó nada, lo odié, porque el primer día tuve una caída muy fuerte y eso marcó todo el proceso de aprendizaje".

Pero no solo eso, sino que Sink confesó también que había mentido en su "currículum" en relación a patinar. "Dije que tenía experiencia con el patinaje -los patines- pero era mentira. Tampoco es que vaya de la mano con el skate precisamente, así que no sé por qué pensé que sería una buena idea inventarme eso", reconoce.

Con todo y a pesar de las dificultades también explica que aprovechó al máximo su paso por la serie de suspense y ciencia ficción de Netflix, una de las más exitosas de la plataforma. Y que lo hizo porque “pensaba que iba a morir en algún momento”. Contando su delicada situación al final de la cuarta -spoiler- cabe destacar que estará contenta porque también sobrevive a la quinta.