Excentricidades del esquí: de la sauna-góndola a una habitación de vértigo
Recopilamos algunas de las ofertas más extravagantes de la actualidad en estaciones de esquí, principalmente en Suiza, pero también en Finlandia.
Las estaciones de esquí son diferentes por su orientación, por sus kilómetros esquiables, por su altura, por su entorno, por sus servicios y por muchas cosas más. Entre ellas, las excentricidades que tienen algunas y que las hacen únicas en el mundo. En este artículo recopilamos cuatro que -prácticamente todas- se han estrenado esta temporada que ya ha llegado a su fin.
Una habitación en el abismo
En Brunni (Suiza), una pequeña estación ubicada al otro lado del pueblo de Engelberg, ofrecieron la posibilidad de dormir en Tiny House Brunni. Se trata de una de las cabinas del antiguo teleférico, que subía hsta la cota más alta de la estación. Acondicionada, claro. Y colocada al borde del abismo. Por unos 500€ la noche y con todo lo que se puede necesitar (aunque para ir al WC hay que salir fuera). Por cierto, ya no está allí: se la llevaron de ruta a otras partes de Suiza.
Góndola-sauna
Ylläs Ski Resort, en Finlandia, creó una cabina de una góndola hecha de madera de pino par albergar una sauna. Con capacidad para cuatro personas y acceso a una sauna más grande en la parte superior de la estación en la que caben hasta 12 personas (la reserva cuesta más de 1.300 euros). Aunque también permiten quedarte en la góndola durante un par de horas.
La pasarela entre árboles más larga del mundo
Volvemos a Suiza, pero esta vez a Laax para encontrar la pasarela entre copas de árboles más larga del mundo. Con una longitud de 1,56 kilómetros, a una altura que va desde los 2 a los 28 metros, con un tobogán en espiral de 73 metros y abierta todo el año. Bautizada como Senda dil Dragun o Camino del Dragón. Accesible incluso para sillas de ruedas y cochecitos.
La cabina más exclusiva del mundo
Seguimos en Suiza. Ahora en la región de Jungfrau, en la estación Eigergletscher, a 2.328 metros de altura. Un viaje de seis kilómetros (en tan solo 15 minutos) cuyo proyecto -V-Cableway- ha costado más de 500 millones. Una instalación enfocada a un tipo de cliente VIP que pueda pagar por la cabina más exclusiva, la 888, 11.000 euros al años (y limitado a 100 unidades).