Desde que los brasileños llegaron al tour que se han convertido en los protagonistas absolutos. Por desgracia no solo por sus campeonatos mundiales y su enorme calidad, sino también por protagonizar algunas de las polémicas más importantes de los últimos años. Así ha ocurrido en el Rip Curl Pro Bells Beach, ganado por el brasileño Filipe Toledo y con Italo Ferreira protagonizando el momento más tenso del campeonato.

Ferreira, primer campeón olímpico de la historia del surf, no hizo su mejor manga contra el australiano Jack Robinson en cuartos de final. Pero llegó como líder a los últimos segundos de la serie (la última del día), cuando ambos cogieron una ola. Las puntuaciones de los jueces se hicieron esperar. Los dos subieron las escaleras y esperaron arriba. Para el que no quiera spoilers, esto es lo que ocurrió:

El caso es que salió la puntuación: un 7 para Jack Robinson y un 6.40 para Italo Ferreira. Suficiente para eliminar al brasileño, al que le cambió la cara, soltó un par de improperios y entró en el vestuario, donde golpeó los armarios con la tabla y donde sus compañeros taparon al cámara de la World Surf League para que no grabara. Luego pasaron a enfocar al australiano y, cuando se dirigía precisamente a la zona de los atletas, se vio salir al brasileño montado en cólera hacia la torre de los jueces, con gente detrás (entre ellos algún cámara).

No se supo nada más hasta que el propio Ferreira publicó en Twitter un "¡Yo sé perder! Pero váyanse a tomar por el c..." acompañado del emoji de una peineta.

Mientras, en Instagram, el surfista brasileño cambiaba el tono y se explicaba un poco más: "No era la primera vez y no será la última. Mi equipo ha estado increíble estos días, me siento completamente realizado. Vivo este deporte intensamente y los que están cerca saben de lo que hablo. Pero en algunos momentos yo no tengo el control, solo puedo agradecer a Dioel poder seguir adelante. 1% de posibilidades, 99% de fe".

Lo curioso del caso, a modo de reflexión final, es el tratamiento que se le dio a la polémica. Es decir, por un lado la World Surf League grabó el inicio de la reacción de ira de Italo Ferreira, pero luego aceptó dejar de grabar a petición de su equipo. Como si en otro deporte como el tenis o el fútbol se cortaran las protestas al árbitro. Y en cambio, luego, publicaron los momentos de tensión que sí grabaron en redes sociales (por cierto, es el vídeo más visto del evento). Y todavía se puede ver en Youtube. El público no lo entiende. Y los comentarios de los fans de Ferreira, mejor no publicarlos porque irían todas las palabras con asteriscos.