San Mamés, La Catedral del ciclismo

Este miércoles, la etapa 11 de La Vuelta ciclista partirá desde la explanada de San Mamés, en Bilbao. El estadio del Athletic, emblema del fútbol vasco, vuelve a abrirse al ciclismo, como ya hiciera en 2023, cuando el Tour de Francia arrancó desde su interior; o en 2019, cuando la 13ª etapa de la ronda española también dio el pistoletazo de salida desde el verde del estadio. Esta colaboración no es nueva ni anecdótica: es la continuación de una historia compartida que hunde sus raíces en la cultura deportiva de Euskadi.

“El Athletic siempre intenta colaborar con cualquier causa o deporte”, explica Asier Arrate, responsable del museo del club (AC Museoa) a este diario. “Pero en el caso del ciclismo, la afición que hay en todo Euskal Herria es bestial. Es algo que sentimos muy de cerca, y además viene de lejos.”

Tan lejos como 1868, cuando ya se encuentran referencias al ciclismo en Bilbao. En 1896 se inauguró el primer velódromo de la ciudad, con capacidad para 5.000 personas. “Eso fue antes de que se fundara el Athletic en 1898, y mucho antes de que se construyera San Mamés en 1913”, recuerda.

Durante los años 20, el Athletic tuvo incluso un equipo ciclista propio, activo entre 1924 y 1929. “La gente se identificaba terriblemente con ese equipo”, señala Arrate. “Pero cuando el fútbol y el ciclismo se profesionalizaron, el club no pudo mantener ambos. Aun así, el vínculo nunca se rompió; el Athletic es un reflejo de la sociedad vasca y se identifica con un deporte como el ciclismo, que no les es ajeno”.

Ese vínculo se refleja también en nombres propios. En los años 50, San Mamés acogió llegadas de etapa que aún se recuerdan, como la protagonizada por Jesús Loroño, ciclista vizcaíno y “estandarte del ciclismo vasco”. Y el director de La Vuelta en aquella época fue Luis Bergareche, el primer jugador del Athletic en marcar un gol en La Liga. “Ciclistas del Athletic, de aquel equipo de los años 20, que llegaron al Tour como Cepeda, que fue desgraciadamente el primer muerto en la ronda francesa o Federico Ezquerra...”, utiliza como ejemplo para reforzar que “el ciclismo siempre ha estado muy vinculado a lo que es Bilbao, lo que es Bizkaia, y el País Vasco”.

La instalación de la sala de prensa de La Vuelta en San Mamés es, para él, “un orgullo y una alegría. Es retomar esos vínculos con el San Mamés de los 50. El ciclismo emociona muchísimo, y seguramente las carreteras de Bizkaia estarán llenas de público. Para nosotros es un motivo de alegría que se vea, precisamente, esa alegría con la que recibimos estos acontecimientos.”

La filosofía del club como entidad de socios también encaja con esta apertura. “El ciclismo es como el fútbol: la gente lo vive, lo siente. Es algo muy natural. Si fuera un deporte ajeno, quizá habría quien se preguntara por qué se ceden las instalaciones. Pero el ciclismo forma parte de nuestra cultura. Todo el mundo está encantado de poder disfrutar del ambiente ciclista en San Mamés.”

Más allá del deporte, el estadio es también un escaparate de ciudad. “El Athletic es la gran marca de Bilbao. Antes del Guggenheim, Bilbao ya se conocía por el Athletic. San Mamés ha recibido premios de arquitectura, y el museo del club recibió 160.000 visitantes el año pasado, el 40% extranjeros. Todo eso también es imagen de Bilbao.”

Y si hay algo con lo que Arrate quiere que se quede el visitante extranjero, es con la esencia del estadio:

“San Mamés es una casa abierta, un espacio que es más que fútbol. Incluso cuando es fútbol, es más que fútbol.”

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