Waerenskjold se apunta la San Remo de Arabia en el AlUla Tour
El noruego gana etapa por segundo año consecutivo en Arabia y le arrebata el liderato de la general a Van Uden por puestómetro. Valiente Iván Romeo (10º).
La subida no era el Poggio, con su técnico descenso. La recta de meta, en pleno desierto, tampoco tenía el encanto de la Vía Roma, baño de gloria para los prestigiosos campeones de Milán-San Remo. Sin embargo, la segunda etapa del AlUla Tour se asemejó en esencia a la Classicissima. Muchas horas de espera, de cocción a fuego lento, y explosión de efervescencia final. Triunfó por primera vez en este curso Soren Waerenskjold (23 años), otra perla del ciclismo nórdico, que batió al esprint al eritreo Henok Mulubrhan (Astana) y al neerlandés Nils Eekhoff (DSM). El noruego de Uno-X relevó a Van Uden en el liderato de la general por puestómetro.
Con 199 km, la segunda etapa de este AlUla Tour se presentaba como una de las de mayor distancia en este inicio de temporada. Exigencia a las primeras de cambio para la gran mayoría de corredores, aunque con temperaturas agradables (en torno a los 20°) y poco viento. A priori, eso se traducía en escasas posibilidades de abanicos, a pesar de que el trazado tenía reservada una pequeña trampa al final con una subida de 3 km, con el tramo más duro al 6%, que podía arruinar los planes de los velocistas. La fuga tuvo mayoría española con Xabier Mikel Azparren (Q36.5) y, por segundo día consecutivo, un Unai Zubeldia (Euskaltel) lanzado en su objetivo de conquistar el maillot de corredor más combativo. Junto a ellos, Koishi, Pansaard y el local Al Shaikhahmed.
La tostada cayó en manos de DSM, obligados a tirar para defender el liderato y brindar una nueva oportunidad de victoria a Van Uden. Para alivio del neerlandés, que en los primeros kilómetros necesito de la ayuda de sus compañeros para volver al pelotón tras quedarse ligeramente cortado, la renta de los fugados no fue más allá de los 4 minutos. Todo bajo control. O eso parecía… Justo antes del ecuador de la etapa había un cambio de carretera, mucho más estrecha, escenario que varios equipos aprovecharon para formar abanicos. Simon Yates llegó a colarse en el primer grupo, pero minutos más tarde hubo reagrupamiento. Vuelta a empezar. En la fuga, cambio de cromos. Se mantuvo un quinteto en cabeza, pero con nuevos nombres y una máxima: el Euskaltel siempre representado. Esta vez, turno para Enekoitz Azparren.
La neutralización se produjo a 26 km de meta y justo después hubo susto para Formolo. El italiano perdió dos minutos con el pelotón por un doble pinchazo, pero pudo contactar nuevamente gracias a la ayuda de Norsgaard y Jacobs. Los equipos rivales tampoco quisieron hacer sangre. Comodín gastado. Solo quedaba por resolver una incógnita: ¿los velocistas quedarían eliminados en la subida final? Unos sí, otros no. Después de una serie de ataques, en la que probaron fortuna Iván Romeo (acabó 10º), Majka y Latour, Waerenskjold desató su potencia en el selecto esprint que disputó la victoria para alzar los brazos por segundo año consecutivo en Arabia.
“Parece que rindo bien cuando estoy lejos de casa. Es realmente un buen inicio de temporada. Era un poquito más fácil que el final del año pasado (en el que venció) y eso era todavía mejor para mí. Traté de estar delante en el pelotón en los últimos 4 km y mantener la potencia a falta de 50 metros. Picaba ligeramente hacia arriba. Salió perfecto. Traté de ser frío en los abanicos (se descolgó) y tuve buenas piernas hasta el final. Hay dos oportunidades más para mí antes de ir con Anders (Johannessen) en la última etapa”, resumió el vencedor del día. Este jueves, tercera etapa con serias posibilidades de abanicos con una recta de casi 20 km que conduce al Camel Cup Track. El AlUla Tour va ganando temperatura.
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