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PARÍS-ROUBAIX | VAN DER POEL

Van der Poel: “Vi que Van Aert tenía problemas, pero no sabía que fuera un pinchazo”

El neerlandés valora su triunfo en Roubaix como “el mejor día encima de una bicicleta”. Van Aert se lamenta por el pinchazo que condenó sus opciones: “Fue una pesadilla”.

EFE
Van der Poel, con el trofeo de campeón de París-Roubaix.
ANNE-CHRISTINE POUJOULATAFP

El neerlandés Mathieu Van der Poel (Alpecin Deceuninck), celebró emocionado su primer triunfo en la París-Roubaix, después de haberse sentido “muy fuerte, tal vez en el mejor día encima de una bicicleta”. “Ha sido uno de mis mejores días encima de la bicicleta. Ataqué varias veces, y luego en el último sector se cayó Degenkolb y me encontré solo. Entendí que Van Aert tenía un problema, pero no sabía que era un pinchazo. Tal vez podríamos haber ido juntos hasta el velódromo, pero eso es parte del deporte, a veces se necesita suerte para ganar”, explicó Van der Poel en meta.

Van der Poel (Kapellen, 28 años), reciente ganador de la Milán San Remo, y con dos Tour de Flandes en su palmarés, una Amstel y una Strade Bianche en su palmarés, aparte de cinco títulos mundiales de ciclocross, logró uno de sus grandes objetivos como ciclista, en una carrera que antes odió, y que ahora ama.

“He odiado esta carrera, pero ahora la amo. ¡Es tan difícil la París-Roubaix! Por suerte me sentí muy fuerte. Entrar solo al velódromo es una sensación difícil de describir. Realmente vamos a celebrar el triunfo esta noche porque hemos hecho un gran trabajo todo el día y hemos logrado el doblete con Jasper Philipsen. Puede que nunca nos vuelva a pasar”, dijo. Con un total de cuatro monumentos en su haber, Van der Poel va a por más.

Van Aert: “Pinchar fue una pesadilla”

El belga Wout van Aert (Jumbo-Visma), tercer clasificado en la París Roubaix, lamentó la “mala suerte del pinchazo sufrido en el Carrefour de L’Arbre”, ya que le impidió disputar la carrera al vencedor final, el neerlandés Mathieu van der Poel. “Es una pena haber tenido tan mala suerte en ese momento. Me sentía bien y pude atacar en el Carrefour de l’Arbre, pero pinché. Es una pena porque tenía la oportunidad de llegar a la meta con Van der Poel, donde habría tenido una oportunidad, pero así es la vida”, explicó el meta.

Van Aert vivió el momento del pinchazo como una pesadilla, algo que no podía llegar a creer. “Cuando pinché fue como una pesadilla, no podía creer que fuera cierto, pero mi neumático estaba pinchado. Traté de mantenerme positivo para volver a la carrera e intentar alcanzar a Mathieu, pero es imposible llenar un hueco de 20 segundos con alguien como él”, explicó.