Un debut a lo Evenepoel

De alguna manera, mucho más metafórica que real, el Tour de Francia más esperado en años empezó este sábado. El pistoletazo de salida lo dio Remco Evenepoel a 55 kilómetros de Figueira da Foz, donde se situaba la meta de la Figueira Champions Classic, prueba portuguesa en la que debutaba y en la que dejó uno de sus habituales recitales. Una mala costumbre para los espectadores. El belga, con un ataque demoledor a la mencionada distancia del final, se marchó en solitario en una clásica en la que el UAE, con Marc Hirschi y el prometedor Isaac del Toro, era su principal oposición. Los dos lo intentaron, pero de forma inútil. Nadie pudo responder a lo que, de inmediato, se convirtió en una contrarreloj particular, su terreno favorito. Carácter indomable. Primera pedalada hacia Niza, final del Tour de esta temporada.

En la localidad francesa, final de circunstancias por la celebración de los Juegos Olímpicos de París, también estarán, salvo que la mala fortuna dictamine lo contrario, Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard y Primoz Roglic. El orden ya será otra cosa. El esloveno no iniciará su temporada hasta la Strade Bianche, el 2 de marzo. El corredor del Jumbo, ganador de las dos últimas ediciones de la Grande Boucle, iniciará su camino en España, en O Gran Camiño, el día 22 de este mes; el reluciente fichaje del Bora, finalmente, arrancará en la París-Niza, el 3 de marzo. Evenepoel, que ganó por 51ª vez a sus 24 primaveras, más del doble de victorias que de años, no podía esperar más. Niza dirá quién de los cuatro planificó mejor la temporada y quién es el más fuerte cuando no falta nadie de los que deben estar. De momento, el primer aviso corre a cargo de Remco, que celebró su victoria con el gesto del teléfono (como el tenista Ben Shelton, como él mismo explicó). Y colgó la llamada.

Con Francia aún lejos, en Portugal, la emoción estuvo por detrás. Muchas veces, en eso consiste competir contra Evenepoel o contra cualquiera de los otros tres, abanderados de un ciclismo moderno en el que, desde la primera pedalada, se sale a ganar. El podio lo completaron Vito Braet, del Intermarché y compatriota de Remco, y Simone Velasco, italiano del Astaná. En un recorrido que se quedó en 192 kilómetros por las inclemencias meteorológicas (inicialmente, eran 222), sin embargo, también destacó Pelayo Sánchez, un viejo conocido de Evenepoel. En la 20ª etapa de la pasada Vuelta a España, el español, prometedor fichaje de un Movistar muy activo, llegó a soltar al belga. Entonces, dejó claro que hay madera; este sábado, con una décima posición que se suma a su victoria en Andratx y siendo el corredor que más cerca estuvo de romper el grupo hacia el segundo puesto, daba más motivos para pensarlo.

La primera piedra

Pese a todo, como el resto de los mortales, Pelayo se quedó muy lejos de un Evenepoel que cruzó la meta con casi dos minutos de margen (1:48) sobre un podio resuelto al esprint. “Una vez que recibí la noticia de que tenía 20 segundos en la cima de la subida (Enforca Cães, con 900 metros al 7,3%), y luego 40 segundos cuando entré en la última vuelta, seguí adelante. Tuve la potencia para rodar con el viento en contra, que no era una broma hoy, y estoy encantado con cómo han ido las cosas y con esta victoria”, valoró Remco. En Francia, como en Portugal, el belga tendrá a su lado a un Mikel Landa que debutó con el maillot del Soudal Quick-Step y que ya sabe de lo que es capaz su líder. Evenepoel tiene ganas de demostrar que la espera, la de su demorado debut en el Tour, mereció la pena. De momento, la primera piedra es suya.