Un año de ilustres retiradas: Sagan, Pinot, Luis León...
La temporada 2023 ha supuesto el final de la trayectoria profesional de grandes campeones del ciclismo. Unos lo dejan por rendimiento y otros por problemas de salud.
La temporada 2023 será recordada por muchas razones. El histórico año de Mathieu van der Poel, con sus conquistas de Milán-San Remo, París-Roubaix y el Mundial, un triplete jamás visto en un mismo curso; la supremacía del Jumbo-Visma en las grandes vueltas, con el primer Giro de Primož Roglič, el segundo Tour de Jonas Vingegaard (el “i’m dead, i’m gone” de Pogacar es uno de los ‘momentazos’ del año) y la primera Vuelta de Sepp Kuss, escoltado por danés y esloveno en el podio de Madrid; o el impresionante Tour de Flandes de un Tadej Pogačar que demostró que las carreras de piedras tampoco se le resisten. Sin embargo, este año ciclista también será recordado por las despedidas de grandes campeones de este deporte que, por unas razones u otras, han decidido colgar la bicicleta.
Campeones que dicen adiós
Uno de los mejores ciclistas de siempre, el único en toda la historia que ha conquistado tres arcoíris de forma consecutiva. Este es el legado deportivo que deja un Peter Sagan al que el bajón de rendimiento le ha llegado antes de lo esperado. El eslovaco cuelga a la bicicleta a los 33 años, siendo un auténtico icono de su generación con esa aura tan propia de las estrellas de rock. “Me gustaría continuar preparándome para los Juegos Olímpicos, en mountain bike. A partir de ahora todo será con un ritmo más relajado y sin presión”, explicó Sagan, ante AS y el resto de medios desplazados a la Vuelta a San Juan el pasado enero, el día que cumplía 33 primaveras sobre lo que será su hoja de ruta en 2024, un homenaje a sus orígenes en la competición con el MTB. Siempre y cuando obtenga la clasificación a París, claro.
Al igual que Peter, otros dos que saben lo que significa ser campeón del mundo y de un monumento han dado por cerrada su trayectoria profesional. Ellos son Greg van Avermaet (38 años), campeón olímpico en Río 2016 y ganador de la París-Roubaix en 2017; y Rohan Dennis (33), doble campeón del mundo contrarreloj en 2018 y 2019 y ganador de etapa en las tres grandes vueltas. Tanto en las grandes clásicas como en la batalla contra el tiempo, donde han sido dos auténticos referentes, se les echará de menos.
También se notará la ausencia, y mucho, de Luis León Sánchez. El murciano pone fin a su etapa en el profesionalismo a los 39 años y tras 21 temporadas en la élite, una trayectoria intachable que comenzó en 2003 en la ONCE y que ha finalizado en las filas del Astana. Por el camino, 47 victorias, incluidas sus cuatro memorables etapas en el Tour de Francia. El de Mula, un auténtico todoterreno multiusos que coleccionó éxitos tan variados como los campeonatos de España (oros en fondo y crono), la Clásica de San Sebastián y la París-Niza, general más valiosa de su palmarés. Sin embargo, aunque la puerta de la carretera se ha cerrado, las de otras disciplinas como el MTB se le han abierto de par en par, por lo que podremos seguir disfrutando de Luisle en carreras como la Titan Desert.
Por último, en este apartado de grandes nombres también dice adiós un mítico como Thibaut Pinot. El francés, al igual que Sagan, pone punto final a los 33 años, demasiado pronto para una carrera de altos y bajos en la que el aspecto mental le pudo al no estar nunca a la altura de las expectativas. Pese a todo, se retira con un palmarés envidiable, sin tantas victorias como se esperaba, pero de muchísima calidad: etapas en las tres grandes, podio en el Tour y un monumento como es el Giro de Lombardía. Para el recuerdo, momentos como el de sus lágrimas en un Tour de 2019 que abandonó por una lesión muscular cuando estaba para pelear la general, y el de la calurosa despedida que recibió de sus seguidores en la ascensión al Petit Ballon (reside cerca de ese puerto) en la pasada Grande Boucle. Por su valentía y estilo ofensivo, se marcha uno de los ciclistas más queridos de su generación, sin duda.
Problemas de salud
De las despedidas con plena libertad a las retiradas obligadas. Y es que, desgraciadamente, en esta temporada encontramos unos cuantos casos de ciclistas que no han tenido más remedio que colgar la bicicleta debido a problemas de salud. La mayoría de ellos guardan relación con afecciones cardíacas, casos de Jan Polanc y Sep Vanmarcke, que han abandonado el ciclismo profesional a los 31 y 34 años, respectivamente, para no poner en mayor riesgo su salud.
Uno de los casos más sonados del año fue el de Nathan van Hooydonck (27 años), que literalmente salvó su vida tras sufrir un accidente de tráfico provocado por un infarto. “Ahora estoy bien, pero todavía tengo que lidiar con el hecho de que esto marca el final de mi carrera profesional”, dijo el belga días después de abandonar el hospital, en el que se le detectó una anomalía en el músculo cardíaco. Un destino similar sufrió el español Sergio Román Martín (26 años), que a causa de un grave accidente mientras entrenaba el pasado mes de marzo se encuentra en silla de ruedas.
Los españoles ‘incombustibles’
La gran mayoría de ellos han sumado casi 20 temporadas en la élite del ciclismo, al frente de equipos de primer nivel en los que han ejercido de auténticos padrinos y referentes para los más jóvenes. Unos verdaderos capitanes de ruta a los que les ha llegado la hora de iniciar una nueva vida, aunque vinculada al ciclismo en algunos casos. Como el de José Joaquín Rojas (38 años), todo un campeón de España en ruta que tras 19 temporadas seguirá ligado a la estructura del Movistar Team como director deportivo.
Esas mismas temporadas son las que han sumado Imanol Erviti (39), su compañero en el equipo telefónico y doble ganador de etapa en La Vuelta, y Dani Navarro (40), notable escalador que cuenta con triunfos de etapa en Vuelta y Dauphiné. En cuanto al resto de ciclistas españoles, también figuran como retirados José Herrada (38) y Juanjo Lobato (34), tras 18 y 14 temporadas profesionales, respectivamente. Incombustibles todos ellos.
Clase media que también se despide
No son tan conocidos ni sus hazañas tan célebres, pero igualmente merecen ser recordados como esos representantes de la clase media del ciclismo. Algunos, incluso, aspiraban a dejar huella en este deporte, pero acabaron siendo juguetes rotos. Caso del francés Nacer Bouhanni (33), que anunciaba una era de aplastante dominio en los esprints que nunca se produjo. Pese a todo, en su currículum figuran triunfos de etapa tanto en Giro como en Vuelta. Mismo botín para su compatriota Tony Gallopin (35), que además añadió a su palmarés una prestigiosa victoria en la Clásica de San Sebastián. También se quedó cerca de completar el trío en grandes vueltas el checo Zdenek Stybar (37), todo un experto del ciclocross (triple campeón del mundo) que alzó los brazos en Tour, Vuelta y en un carrerón como la Strade Bianche. El sudafricano Daryl Impey (38), otro que supo exprimir su buena punta de velocidad para retirarse como ganador de etapa en la Grande Boucle. Nada mal.
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