Tras Ayuso, Del Toro: el UAE también se lleva la Milán-Turín

El año pasado, el UAE dominó el ciclismo internacional sin discusión. El equipo emiratí, con Tadej Pogacar como jefe de filas, sumó 81 victorias en total (el tercer mejor dato de la historia), arrollando a su principal rival, el Visma de Jonas Vingegaard, por una diferencia abismal (lograron 32). Pero el UAE no es sólo el esloveno. Ya lo demostró el año pasado, sumando triunfos con hasta 20 corredores distintos, algo nunca visto, y lo está demostrando en la presente campaña. Aún en los albores del curso, la escuadra ya ha cosechado 19 triunfos con ocho representantes distintos. Este miércoles, se sumó a la lista Isaac Del Toro, que se llevó la Milán-Turín, prueba que avisa de la cercanía de la Millán-San Remo, rematando en un final a tres bandas al británico Ben Tulett (Visma) y al noruego Tobias Halland Johannessen (Uno-X Mobility). Tras un final imponente, lo celebró con una reverencia. Olé.

En el cómputo total de su naciente carrera (21 años), fue la cuarta victoria para Del Toro, del que ya se conoce su potencial. El año pasado, y tras ganar el Tour de L’Avenir (la prueba más prestigiosa en categoría sub-23), se presentó al mundo con una victoria impresionante en la segunda etapa del Santos Tour Down Under (arrancó en solitario para impedir que todo se resolviera al esprint, como estaba previsto). Esta temporada, ya estaba dejando ramalazos de su calidad, siendo un pilar fundamental en las victorias de Juan Ayuso. El mexicano, con la versatilidad como una de sus características, lanzó al español en ese ataque a 40 kilómetros de meta que le dio la Faun Drome Classic y, en la etapa reina de la Tirreno-Adriático, volvió a ser el que puso el ritmo previo a la explosión (debía ser Adam Yates, pero ya no pudo apretar más). “El equipo ha hecho un trabajo fantástico. Del Toro lo ha hecho increíble, hasta sufría siguiéndole a rueda”, aseguró luego Ayuso.

Tras su excelente trabajo al servicio del español, en la Clásica más antigua del calendario (106 ediciones), le llegó la oportunidad para rematar. Lo hizo en un día en el que el UAE trabajó desde el principio, sabedor de sus posibilidades y con Adam Yates como otro candidato al triunfo. Tras tumbar una fuga inicial de cinco corredores, el británico fue el encargado de realizar la selección final, con la exigente Basílica de Superga (4,8 km al 9,2%) como jueza. A poco más de un kilómetro del final, ya fue el turno de Del Toro, que embistió con fuerza para llevarse con él a Tulett y Johannessen. En los últimos metros, el noruego fue el primero en abrir fuego. Luego, siguió el británico. Del Toro, con la lectura de un veterano, aguantó y, en el momento preciso, se lanzó a por la victoria.

“No sé si lo merezco, pero estoy supercontento. El equipo trabajó muchísimo para lograrlo y sumé mi primera victoria del año. Disfruté mucho de esta carrera. No puedo creer que lo haya conseguido. Al final, jugué bien mis cartas y es muy especial. Me presioné mucho, pero como equipo sabemos cómo queremos jugar. Yates y todo el equipo confiaron en mí y, simplemente, intenté terminar el trabajo. Intenté ir al máximo, pero sin gastar demasiada energía al final, y creo que jugué bien en el esprint y en los últimos ataques. Nos lo merecemos como equipo”, celebró el mexicano, que ahora se volverá a poner el mono de trabajo. El sábado, estará en la Milán-San Remo para ser uno de los principales apoyos de Pogacar, en búsqueda de un Monumento que se le resiste. Con Del Toro a su lado, tiene más posibilidades.

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