Sweeck gana el duelo del futuro en Koksijde a Del Grosso

Wout van Aert y Mathieu van der Poel. Así figuraba, por ese orden, el palmarés del X2O Trofee de Koksijde, con dos de los más grandes de la historia del ciclocross como los últimos ganadores de la carrera belga. Una circunstancia que no se repetiría en 2025 por las ausencias de ambos en esta edición. El belga, por calendario; el holandés, por unas molestias en las costillas. Esos problemas físicos mantienen en duda el duelo que ambos podrían librar el próximo domingo en la Copa del Mundo en Dendermonde (Bélgica), uno de los platos fuertes del calendario internacional.

Como sucediera el día de Año Nuevo en Baal, la ausencia de los ‘capos’, incluida la del campeón de Europa Thibau Nys a última hora, brindó más oportunidades de éxito al resto de los mortales. Esta vez no alzó los brazos Eli Iserbyt, que sigue líder del X2O pero con menos renta sobre Toon Aerts, sino Laurens Sweeck, lo que se tradujo en el sexto ganador distinto en otras tantas carreras en lo que llevamos de esta competición.

Y lo consiguió no sin sufrimiento, sobre un recorrido plagado de arena que le venía como anillo al dedo, siendo él uno de los mejores ‘areneros’ del mundo, con permiso de Van der Poel y Van Aert. El culpable fue un Tibor del Grosso (21 años) que está ya para lucirse ante los grandes. El holandés, que lidera la Copa del Mundo Sub-23 con tres victorias consecutivas, la dio guerra a Sweeck hasta las últimas vueltas, demostrando que más pronto que tarde está llamado a pelear con los más grandes de este deporte.

El inicio de la carrera fue un caos, con una montonera en la primera curva protagonizada por Vandeputte. El del Alpecin, largo de trayectoria, chocó contra las vallas, lo que le dejó sin opciones de éxito a pesar de su gran remontada (10º). Pronto se establecieron las posiciones de privilegio por delante, con duelos entre Sweeck y Del Grosso y Ronhaar y Aerts. Los dos primeros tuvieron un tira y afloja constante, con varios cambios de líder. Eso sí, Del Grosso iba a remolque más tiempo, sobre todo en unas zonas de arena en las que Sweeck sacó bastante tajada. Ese desgaste extra pasó factura al joven holandés, que no tuvo capacidad de responder al último arreón del belga. En tierra de nadie llegó Aerts para cerrar el podio, a pesar de que Ronhaar se mantuvo tercero la mayor parte de la carrera.

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