Sarah Gigante reaparece en Escandinavia con triunfo de Wiebes

Annemiek van Vleuten está acercándose a su particular ‘last dance’, el momento en el que colgará la bicicleta como ciclista profesional. Pocas citas restan del UCI Women World Tour y una de ellas es el Tour de Escandinavia, donde la neerlandesa compite esta semana junto a una corredora que está llamada a asumir el liderazgo, junto a Liane Lippert, del Movistar Team en el futuro: Sarah Gigante. La australiana (22 años) debuta en 2023 a estas alturas de calendario, curiosamente, en una ronda nórdica que hasta la fecha había sido su última carrera (no se ponía un dorsal desde el 14 de agosto del año pasado). Un motivo de enorme alegría, ya que el camino de la prometedora ciclista de Melbourne no ha sido precisamente de rosas.

En los últimos años, las lesiones han acompañado a Sarah, que se fracturó clavícula, peroné y codo en la Flecha Valona de 2021 y sufrió una conmoción en la misma Clásica de Navarra que conquistó en 2022, hasta ahora, la última victoria que figura en su palmarés. A estos contratiempos hay que añadirle la miopericarditis que desarrolló después de su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio, una afección que condicionó enormemente su calendario el curso pasado. “Estoy muy, muy feliz y emocionada de competir otra vez. Volver con mis compañeras de nuevo es genial”, explicó Gigante, en un logrado castellano, en las horas previas a su reaparición, después de pasar buena parte del año en el dique seco por culpa de otros problemas de salud ajenos a la miopericarditis. Sarah concluyó 87ª, a 3:39 de la ganadora en esta primera toma de contacto con la competición, pero poco importa cuando volver ya es ganar.

Wiebes es insaciable

Lo deportivo, respecto a una primera etapa de 124,6 km con un recorrido principalmente llano, dejó un bonito espectáculo en el tramo final. El grupo principal se rompió en el circuito que ponía fin a la etapa en la localidad noruega de Halden, donde se debían completar dos ascensiones al Frediksten Fortress (1,3 km al 6.9% de media). En la primera se hizo una gran selección, mientras que en la segunda abrieron un pequeño hueco Lippert y Cecilie Uttrup Ludwig, la defensora del título. Finalmente, fue la danesa quien se marchó en solitario, y a punto estuvo de alcanzar la gloria. Le faltaron 10 metros. Lorena Wiebes, que había resistido las subidas delante con gran solvencia, le superó como un ciclón en el esprint y Ludwig se conformó con el tercer puesto (y los 4″ de bonificación), con Elisa Balsamo entre ambas.