Romandía es de Carlos Rodríguez

Resistiendo a todo, tras un día de perros, marcado por la lluvia, los nervios y el caos, este domingo, Carlos Rodríguez, un chico tranquilo, dio un paso al frente. Tanto en lo que va de año, con el Tour de Francia como objetivo principal, como en su carrera, tan prometedora como repleta de presente. En una jornada culminada al esprint por Dorian Godon (Ag2r), que ya ganó el martes, el español del Ineos abrochó su primera clasificación general en el Tour de Romandía, que no tenía un vencedor español desde Abraham Olano en 1996. Tanto el de Almuñécar como Juan Ayuso, quinto esta semana y ganador en la Itzulia (las dos últimas vueltas por etapas World Tour han sido para ellos), están entre los mejores de los mejores, Pogacar y Vingegaard aparte. Rodríguez, que también se llevó el maillot de joven (23 años), ya lo ha demostrado en múltiples ocasiones, con su quinto puesto en la Grande Boucle del año pasado como argumento irrefutable. En Vernier, lo volvió a dejar claro.

Pese a que el trazado no era extremadamente exigente, la tarea no fue sencilla. Las previsiones de lluvia no fallaron y, con el paso de los kilómetros, los peligros fueron apareciendo. Especialmente, en un tramo final con múltiples caídas. Antes, ya habían abandonado Brandon McNulty o Thomas de Gendt. Carlos, sin embargo, resguardado por el Ineos, con Egan Bernal y Magnus Sheffield como escuderos hasta el último metro, esquivó todas las trampas y no se dejó intimidar en ningún momento por sus posibles amenazas en el asalto a la general, en cuya cima fue escoltado por dos Bora (Aleksandr Vlasov y Florian Lipowitz). Ayuso, de hecho, que atacó a 21 de meta, justo antes del punto más tenso del día (una curva muy mojada que dejó a varios ciclistas por los suelos), fue el que más amenazó. Esta vez, tras ceder el día anterior en la etapa reina, en la que Rodríguez brilló, sin éxito.

“Es todo un orgullo. Estoy muy contento de conseguir una clasificación general y muy agradecido al equipo por lo que ha hecho por mí. Hoy, sobre todo, y ayer también. Da sentido a todo ese trabajo que hay detrás”, celebró Carlos Rodríguez, que logró su sexta victoria como profesional y, tras un inicio de campaña complicado, enlazó su triunfo con un segundo puesto (más etapa) en la Itzulia. “Había que estar delante todo el día. Sabíamos que iba a ser complicado por la lluvia. Al final, también ha hecho algo de frío y ha tocado sufrir, pero nos llevamos el maillot a casa. Ahora, a preparar el Tour lo mejor que se pueda. La próxima carrera es el Dauphiné”, completó Rodríguez, que en Romandía lideró a un elenco español notable. Enric Mas (Movistar) fue sexto y Cristián Rodríguez (Arkea) y David de la Cruz (Q36.5), en 12ª y 15ª posición, respectivamente, pusieron más lustre al plantel nacional, con tres corredores en el top-10 y cinco en el top-20.

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Cavagna, omnipresente

Todos sobrevivieron a lo largo de un recorrido de 150,8 kilómetros y compuesto por cuatro vueltas a un circuito de 35 km con el Dardagny (1,5 km al 4,1%) como principal dificultad. Rémi Cavagna (Movistar), omnipresente, fue el principal agitador. Atacó de salida y consiguió formar una escapada con Darren Rafferty (EF), Marco Brenner (Tudor) y Alexandre Balmer (Suiza), siempre lejos de la machada (nunca tuvieron mucho más de dos minutos de ventaja). Cavagna, de hecho, inquieto como estaba, lo intentó en solitario (rodó 15 km así) antes de que el pelotón absorbiera a todos los insurrectos. Enzo Paleni (Groupama), Andrea Vendrame (Ag2r) o Martin y Michael Valgren (EF) fueron los últimos en intentarlo antes de que Godon, con poderío y tras tomar muy bien la última curva, volara por delante de Simone Consonni (Lidl-Trek) y Dion Smith (Intermarché). Por detrás, tranquilamente, fiel a su carácter, Carlos Rodríguez también celebró.

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