Roglic remata su regreso estelar en la Tirreno-Adrático
El esloveno gana la general de la carrera italiana por segunda vez en su carrera en su primera cita del año. La etapa final fue para Philipsen al esprint.
En septiembre, en la localidad sevillana de Tomares, Primoz Roglic cerró un 2022 marcado por las caídas. Venía de irse al suelo en el Tour de Francia (incluso llegó a colocarse él mismo el hombro) y tuvo que abandonar la carrera francesa. Llegaba para la redención a La Vuelta, prueba en la que había ganado las tres ediciones anteriores, pero en la citada Tomares se llevó otro tremendo golpazo. Al día siguiente no salió. Temporada terminada, con la París-Niza y el Dauphiné como grandes conquistas (un auténtico especialista en carreras de una semana) y seis meses sin competir. Entre medias, un largo invierno, operación de hombro incluida, y un regreso que estaba programa para la semana que viene, en la Volta a Catalunya, como única prueba antes del Giro.
Decisión acertada
Tras su buen rendimiento en los entrenamientos en el Teide, el equipo cambió de idea: a la Tirreno-Adriático. Y el test no pudo ser más favorable: tres etapas y general, un triunfo que se confirmó este domingo tras el desenlace en una volata en San Benedetto del Tronto que fue para el belga Jasper Philipsen, lanzado de nuevo de gran manera por Mathieu van der Poel y logran su segunda conquista esta semana. El protagonismo durante esta última jornada fue para una escapada de ocho, con el italiano Fortunato como mejor colocado en la general, que vendieron cara su neutralización, ya que no se produjo hasta tres kilómetros de meta, justo cuando los equipos de los velocistas sacaran a relucir sus ‘trenes’, Sin dificultades en lo que al terreno se refiere, Roglic tuvo que cumplir el trámite de cruzar la meta. Nada más hacerlo sacó la lengua. La conquista estaba terminada, su victoria 69 a los 33 años.
El del Jumbo releva en el palmarés a su compatriota Tadej Pogacar, que esta campaña se decantó por la París-Niza y también se impuso con autoridad (tres etapas y general). En el podio le acompañan Joao Almeida, en segunda posición, con Tao Geoghegan Hart tercero. En cuanto a los españoles, Enric Mas fue sexto, mientras que Mikel Landa terminó un puesto detrás, séptimo. En la jornada reina, el viernes, el viento fue protagonista, lo que dificultó los movimientos y los ataques, y Roglic en esos finales con grupos reducidos (así consiguió tres victorias) apenas tiene rivales... que no sean de su país. Ya ganó ‘La carrera de los dos mares’ en 2019, y en una tarde soleada en tierras italianas volvió a alzar el espectacular galardón de campeón.
La semana que viene estará en la Volta a Catalunya, junto a el Tour de Suiza, las dos carreras más prestigiosas de una semana que faltan por añadir a su palmarés (París-Niza Tirreno-Adriático, Itzulia, Tour de Romandía y, Dauphine ya están en su currículum). “Mi principal objetivo era ganar ritmo de competición. Lograr tres victorias de etapa y la clasificación final, ciertamente no lo esperaba. Cada año te vuelves más viejo y más sabio. Esto me confirma que estoy en el camino correcto, pero eso no significa que esté donde quiero estar todavía. Hay que seguir mejorando y eso me motiva a seguir adelante. Queda trabajo”, dijo un feliz Roglic tras su nuevo éxito.
Resultados de la 7ª etapa
1º Jasper Philipsen (BÉL/Alpecin) - 3h 32:36
2º Dylan Groenewegen (PBA/Jayco) - m.t.
3º Alberto Dainese (ITA/DSM)) - m.t.
10º Fernando Gaviria (COL/Movistar) m.t.
53º Enric Mas (Movistar) - m.t.
General de la 58ª Tirreno-Adriático
1º Primoz Roglic (Jumbo) - 28h 38:57
2º João Almeida (UAE) - a 18
3º Tao Geoghegan Hart (Ineos) - 23
6º Enric Mas (Movistar) - 41
7º Mikel Landa (Bahrain) - 56