Ricardo Ten también brilla en carretera: oro en contrarreloj
El español se proclama campeón del mundo en la contrarreloj de carretera en categoría C1. Es su cuarta medalla en estos Mundiales: tres oros y una plata.
Convertir lo extraordinario en rutina. Ese es el día a día de Ricardo Ten, cuyo legendario palmarés no para de crecer. Pero sin sufrimiento no hay victoria. Su agitada respiración, al borde de la extenuación tras cruzar línea de meta, lo demostraba. El valenciano acababa de proclamarse campeón del mundo de contrarreloj en los Mundiales de Glasgow, en la categoría C1 de paraciclismo, dando un recital espectacular. Una vez más. Y ya hemos perdido la cuenta.
El incombustible Ricardo, a sus 47 años, llegaba a tierras escocesas la pasada semana con la misma ambición e ilusión de siempre. Es decir, las máximas posibles. En el horizonte, un nuevo reto: brillar en la modalidad de carretera, después de haber cumplido sueños en los velódromos en los últimos tiempos, sobre todo, con el bronce en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Tocaba probar con el asfalto, un asfalto que había preparado a conciencia para esta cita mundialista. El resultado, como cabía esperar viniendo de él, inmejorable.
Ten completó el recorrido, de 16 km, y asistido por los auxiliares de la Selección se bajó rápidamente de la bicicleta para sentarse en el suelo. Estaba exhausto. Sin embargo, los años de sacrificio, de lucha y superación valían la pena un día más. Es la cuarta medalla que Ricardo consigue en estos Mundiales, tras los dos oros (omnium y scratch) y la plata (persecución) obtenidos en las pruebas de pista. Cualquiera se conformaría, pero no él, no ‘la leyenda’.
“Muy feliz. Es la prueba que realmente hemos estado preparando. Mejor resultado imposible. Sabíamos que iba a estar muy ajustado y al final fueron cinco segundos lo que nos ha separado. Estoy muy contento”, expresó radiante Ricardo tras la ceremonia del podio, luciendo ya su nuevo maillot arcoíris. Todavía queda la prueba de fondo en categoría C1, donde el español aspira a poner la guinda a una semana de competición absolutamente extraordinaria. Toca rematar el trabajo a lo grande.