Pogacar repite fórmula: Monumentos, Tour y estreno en Romandía y Suiza

“¡Wow!“, retumbó en la sala de prensa del Hotel Four Point de Benidorm, sala de operaciones del UAE Team Emirates durante su pretemporada invernal. El autor de esa onomatopeya era ni más ni mejos que el mejor ciclista del planeta, un Tadej Pogacar (27 años) que en los micrófonos arranca sus temporadas del mismo modo que encima de la bicicleta: arrasando.

Tras un par de preguntas para abrir fuego, lo más esperado no se hizo esperar. El esloveno desveló su calendario para un 2026 que apenas sufre variaciones respecto al curso anterior. “Tendré un programa de clásicas, empezando temporada en la Strade Bianche; después San Remo, Flandes, Roubaix, Lieja y Tour... y después veremos”, comentó el esloveno de carrerilla sobre un plan que solo varía en su inicio respecto al año anterior en el inicio, ya que no comenzará en febrero en el UAE sino en marzo. La parte final, como suele ser habitual en su programación durante las últimas temporadas, queda más en el aire, aunque vista su elección continuista lo lógico sería que repitiera presencia en clásicas canadienses (donde se disputan los próximos Mundiales), las italianas, el Giro de Lombardía y el Mundial.

Lo novedoso, aunque no por ello menos esperado, llega con la participación en dos carreras en las que todavía no conoce la victoria: “Antes del Tour haré dos semanas de carreras en Suiza, el Tour de Romandía y la Vuelta a Suiza”. El bueno de Pogi confesó que mantiene su idea de ganar la mayor cantidad posible de carreras diferentes, pero sin olvidar escenarios como el Giro y La Vuelta, donde desea regresar en el futuro: “Busco nuevos desafíos. Los años pasan muy rápido y no hay muchas oportunidades para ganar todo. También quiero volver a carreras como La Vuelta, que no he ganado”.

Así las cosas, el objetivo prioritario de Pogacar en 2026 pasa por ganar su quinto Tour de Francia, lo que le situaría en el mismo peldaño que ocupan los legendarios Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain. Eso sí, aunque sí se trata de elegir en un mundo ficticio, el esloveno lo tiene claro: “Elijo Roubaix porque ya he ganado el Tour cuatro veces”. Una carrera en la que debutó siendo segundo en 2025 y cuya victoria, en palabras del preparador Javier Sola, “tiene en sus piernas, como ya ha demostrado”.

Con la naturalidad que le caracteriza, Pogi afrontó otro de los temas candentes sobre su figura, el de ese hastío con el que se le vio terminar el pasado Tour: “No corro muchos días, alrededor de 60 al año. Prefiero ganar lo que quiero en ese tiempo, que ganar el doble en más tiempo. Creo que es un buen equilibrio y que me ayuda. Ahora afronto el nuevo año más o menos igual de cansado que el resto. En vacaciones he estado con familia y amigos, momentos que a veces son muy ajetreados, porque el tiempo pasa rápido”.

En los últimos minutos de rueda de prensa llegó el momento más divertido, cuando la prensa danesa le preguntó al esloveno si podría asegurar que no iba a estar en el Giro, lo que ayudaría a Jonas Vingegaard a incluir la ronda italiana en su calendario ante su posible ausencia. “Él puede elegir lo que el quiera, no le he llamado para preguntarle si va a ir al Tour o no”, respondió Pogacar con ironía, provocando las risas de todos los asistentes. Y apuntilló: “¿No ir al Giro? No garantizo nada, en mi experiencia y en mi mente, incluso La Vuelta. Todo está abierto". Aun así, y salvo giro de guion inesperado, parece que el danés tendrá vía libre para acudir a la Corsa Rosa con las ausencias de Pogi y de Evenepoel. Las cartas ya están sobre la mesa...

Sorpresas con Almeida y Del Toro

Casi dos horas antes de que Pogacar hiciera acto de presencia en el Four Points de Benidorm, Joao Almeida e Isaac del Toro hablaron con los medios, como representantes del tridente de líderes del UAE. Tanto en la figura del portugués como en la del mexicano saltaron las sorpresas, especialmente con su calendario: Almeida estará en el Giro y La Vuelta, mientras que Del Toro hará su debut en el Tour como lugarteniente de Pogacar.

El portugués arrancó confirmando un calendario que en su parte inicial se centrará en la Península, con el debut en la Volta a la Comunitat Valenciana y su ya clásica participación en la Volta al Algarve. Después, ocuparán la mayor parte de su tiempo las vueltas de una semana en las que tanto brilló el curso pasado, con una París-Niza y una Volta a Catalunya que servirán para afinar su preparación para el Giro de Italia, curiosamente, la carrera en la que todo el mundo esperaba a Del Toro como líder del equipo emiratí después de su irrupción en la Corsa Rosa en 2025.

“El Tour es diferente, distinta atmósfera. Sientes que es otro nivel. Estoy emocionado por volver al Giro de nuevo y cambiar las cosas, es una bonita carrera. Aspiraré a la maglia rosa, pero es más fácil decirlo que hacerlo. La Vuelta también es un objetivo principal para mí. Creo que cualquier ciclista es ganable, en diferentes escenarios. Estoy mejorando cada año, pero los demás también lo hacen. Quizás un día pueda subir mi nivel, pero creo que será difícil”, explicó Almeida sobre lo que espera de su regreso al Giro, donde subió al podio en 2023, y de una segunda mitad de año que rematará con los Nacionales de Portugal, la Vuelta a Burgos y La Vuelta.

Como decimos, la hoja de ruta de Del Toro también resultó sorprendente, ya que no tendrá los galones para liderar una grande, después de finalizar 2º el pasado Giro tras un descalabro en Finestre del que reconoció tener “toda la responsabilidad”. “No dedicaré toda mi agenda a apoyar a Pogacar; tendré cierta libertad en algunas carreras. Pero estar con él en el Tour es un sueño, algo que siempre he deseado, y ahora está a punto de hacerse realidad. Quiero intentar alcanzar un nivel diferente y ver cómo puedo gestionar las cosas”, explicó Del Toro sobre lo que será su primera participación en la Grande Boucle, la única ronda de tres semanas en la que todavía no ha estado.

Su debut en 2026 será bien temprano con el UAE Tour (16 al 22 de febrero), carrera a la que seguirán la Strade Bianche, Tirreno-Adriático, Milán-San Remo, Itzulia y Dauphiné antes del citado Tour. “Algún día me gustaría ganar la Strade Bianche, pero sé que no es nada sencillo. Me gustaría no equivocarme en mi carrera, tener paciencia conmigo mismo. Tratar de ser más profesional, pero al mismo tiempo disfrutar la vida, no olvidarme de que soy persona. Mi vida ha cambiado bastante, es algo que no me imaginaba de ser ciclista. Trato de afrontarlo de la misma manera que cuando estaba del otro lado. Intento cumplir con esta parte y abrirme un poco más con las personas", reflexionó el mexicano sobre la atención mediática que recibe actualmente. Un ídolo de masas.

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