Pidcock repite en AlUla y sentencia la general

A 31 de enero, Tom Pidcock suma dos triunfos. O dicho de otro modo: iguala su mejor cidra de victorias en una misma temporada. Cierto es que alzar los brazos en el AlUla Tour no tiene la misma enjundia que hacerlo en escenarios como el Tour de Francia, la Amstel Gold Race o la Strade Bianche, pero esta versión de Pidcock, al que le ha sentado de maravilla cambiar Ineos por el Q36.5, puede dar muchísimo juego en las clásicas de primavera. En la cuarta etapa de la ronda árabe, el británico sentenció la general, a falta de la última jornada, con su imperial ascensión a Skyviews of Harrat.

En fondo, que no en forma, la confección de la etapa se asemejaba a una Milán-San Remo. Eso se traduce en varias horas de calma absoluta, pero con una efervescencia final de altas dosis de emoción. Después de varios intentos que no prosperaron, la escapada quedó formada por Romele, Vinokourov, Koishi, Abdul Halim, Miltiadis, Thimachai, Renard-Haquin y Reynders. Su misión, más allá de conseguir minutos de televisión durante más de 100 km por anchas carreteras de infinitas rectas, era un imposible. Los hombres de Jayco y Q36.5, conscientes de que la general se resolvería hoy, controlaron la situación en todo momento.

La neutralización llegó justo antes de encarar la ascensión a Skyviews of Harrat, que alberga uno de los kilómetros más duros (17% de media) del ciclismo profesional. Ahí llegó Pidcock para defender su maillot verde de líder, a lo largo de sus 2,5 km al 12,8% de promedio, una pared con vistas al cielo. El británico lo tenía clarísimo, y aplicó la táctica de no hay mejor defensa que un buen ataque. Durante el tramo de rampas imposibles puso un ritmo sostenido que sólo Dunbar y sus inmediatos perseguidores en la general, Hatherly y Kepplinger, pudieron resistir.

Pero cuando la pendiente suavizó un poco, Pidcock cambió el ritmo y se marchó en solitario sin ningún problema. Coronó con unos 25 segundos, renta que debería defender durante los 8 km de falsollano de camino a meta. Le sobraron 13″, tiempo suficiente para saborear su segundo éxito en un Q36.5 en el que ha caído de pie. Su compañero Xabier Mikel Azparren, que acabó 7º como el mejor español, no dudó en felicitarle rápidamente tras cruzar meta en un grupo en el que logró mantenerse Adrià Pericas (18º). La perla del UAE, a sus 18 años, volvió a confirmar sus prometedoras condiciones.

“Ser ofensivo es la mejor defensa a veces. Preferí mantener mi ritmo sin mirar a atrás. Realmente feliz por mantener el liderato. Prácticamente, estoy en los mejores valores de mi vida, viendo los entrenamientos de este invierno. Definitivamente, estoy en buena forma. Mañana puede ser un día muy estresante por el viento”, explicó Pidcock, al que sólo le queda salvar un día reservado para velocistas para conquistar la primera general de su carrera.

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