Pablo Torres: “Mi sueño es llegar a ser uno de los mejores”
El madrileño (18 años, Madrid), reciente doble ganador de etapa y segundo del Tour del Porvenir, habla con AS de su prometedor futuro.
Para muchos aún será un completo desconocido, pero anoten bien su nombre porque apunta alto: Pablo Torres. El madrileño (18 años), otra joven perla que Matxin llevó al equipo de desarrollo del UAE, finalizó segundo el Tour del Porvenir el pasado fin de semana. Además de ganar dos etapas, su rendimiento en montaña le pone en el foco como uno de los mayores talentos de su generación. En la ascensión a Les Karellis dio muestras de su potencial, con 31 minutos de esfuerzo a 6,3 w/kg, pero su hazaña en Finestre dio la vuelta al mundo. Con un tiempo de 60:45 y 6 w/kg de promedio, Torres pulverizó el récord de ascensión, en poder de Jose Rujano (62:09), además de mejorar la mítica subida de Chris Froome en el Giro 2018 por más de 4 minutos. Sobre su actuación (por números, la mejor de la historia para un ciclista sub-23) y su prometedor futuro, Torres habla con AS.
—Tras ser líder, ganar dos etapas y subir al podio, ¿cómo valora su experiencia en el Porvenir?
—La experiencia fue muy buena, una semana en la que lo pasamos muy bien, con todos los compañeros, el staff… Todos disfrutamos mucho la experiencia. Además, hubo muy buen ambiente en el equipo para vivir una carrera muy bonita.
—Su gesta en Finestre fue el gran momento de esta edición. Tenía casi 4 minutos que recuperar con Blackmore para ganar y estuvo a punto de lograrlo. ¿Cómo vivió ese momento?
—Cuando perdimos tanto tiempo al final en la quinta etapa, lo único que nos quedaba para intentar acercarnos al podio de la general o incluso llegar a ganarla era intentar un ataque de lejos en Finestre. El equipo me preparó un ataque que hice a falta de 13 kilómetros a meta. En ese momento las piernas me dolían mucho, pero como a todos, entonces dije ‘hay que pasar este momento, hay que apretar, intentar soltarles’. Luego bajé un poco el ritmo para intentar regularme hasta arriba, un ritmo al que yo sabía que más o menos podía subir. Me iban dando las diferencias y al final nos quedamos muy cerca de conseguir la general, pero yo creo que fue una muy buena actuación y lo intentamos de todas las maneras que se pudo. No pudo ser, pero hicimos un muy buen trabajo.
—Una actuación tan buena que le permitió pulverizar el récord de la ascensión, y también mejorar la mítica subida de Froome en el Giro 2018. ¿Se ha sorprendido de su propio rendimiento?
—Sí, me ha sorprendido. Yo sabía que llegaba en muy buena forma porque había estado preparando muy bien el Tour del Porvenir en Sierra Nevada. Pero al final nunca sabes hasta dónde puedes llegar. Con el paso de los días me fui viendo mejor. En el inicio me costó un poco arrancar. Según pasaban el resto de etapas, cada día me iba encontrando más fuerte y lo veía más fácil. A pesar del cansancio soy un corredor que puedo recuperar bien. Sabía que los últimos días eran los importantes, y sabía que podía hacer buenos números en montaña. Había estado ya en muchas carreras con esos rivales y sabía que podía estar delante, pero tampoco me imaginaba que podía llegar a ganar dos etapas. Conseguir eso y ser segundo creo que está muy bien.
—Su explosión ha sido inesperada para muchos. ¿Cómo se digiere tantísima atención repentina por parte de los aficionados en España?
—Al final, el mundo sub-23 tampoco mucha gente lo sigue. Mucha gente que tal vez no me conocía, gracias a la actuación de este Tour del Porvenir me ha llegado a conocer. He notado toda la gente que estuvo pendiente de mí en redes sociales, los mensajes de enhorabuena que recibí… Vi mucha emoción. Sí, notaba que muchísima gente estaba pendiente del Tour del Porvenir, viendo los resultados, viendo la carrera en directo… También vi críticas cuando perdimos el maillot y diciendo cosas que no eran buenas, pero a esos comentarios tampoco les hago mucho caso y al final nos quedamos siempre con lo bueno.
—Por sus propios méritos, muchos ya hablan de usted como la nueva gran promesa del ciclismo español. ¿Le gusta sentir esa presión?
—Sí, a mí me gusta que la gente confíe en mí. Igual no siento esa presión, yo voy a dar lo mejor de mí para intentar llegar lo más lejos posible, ya no solo por el resto de personas, sino porque es lo que yo quiero. Mi sueño es llegar a ser uno de los mejores ciclistas y voy a hacer todo lo posible por llegar a hacerlo. Me gusta que la gente confíe en mí, pero todavía es muy pronto para saber qué tipo de ciclista puedo llegar a ser, hasta dónde puede llegar mi rendimiento.
—¿Su mentalidad es la de un ganador? ¿O se plantea una carrera menos ambiciosa?
—En principio, a mí sí me gustaría ser un campeón y poder ganar muchas carreras. Yo siempre soy el que más presión me meto. Mucha gente está ahí encima opinando por Twitter, por Instagram, que si no hay resultados, no sé qué. Pero al final el que más presión me meto siempre soy yo, porque a mí me gusta siempre ganar o intentar hacerlo lo mejor posible. De hecho, siempre me gusta intentarlo por lo menos para tener la sensación de haber hecho algo en la carrera. No me gusta ir en el pelotón ahí sin más y llegar a meta para hacer un puesto 30. Siempre intento dar lo mejor de mí, así que yo sí me veo intentando ser el mejor ciclista posible, pero el tiempo dirá donde acabaré y si al final me toca ser un gregario, lo haré encantado.
—Si algo no se le escapa a Matxin, mánager del UAE, son los jóvenes talentos. Después de nombres como los de Pogacar y Ayuso, usted ya forma parte de la estructura, dentro del Gen-Z (equipo de desarrollo). ¿Cómo fueron sus primeros contactos con él?
—En el equipo en el que estaba el año pasado, la Unión Ciclista San Sebastián de los Reyes, ya tenían contacto con Matxin de anteriores veces. Le hablaron de mí, le comentaron que tenían un ciclista que iba bien. Él me pidió mis datos, mis números de Training Peaks y al final me acabó llamando porque me quería para su nuevo proyecto del equipo de desarrollo del UAE. Estuve encantado de esa oportunidad que me dio y no le puedo estar más agradecido porque él hizo todo lo posible para que yo pueda llegar a hacer segundo en el Giro sub-23, ser segundo en el Tour del Porvenir, ganar dos etapas… Matxin me ayudó con todo, siempre está encima, pendiente de que no me falte de nada. En general, todo el equipo es una maravilla, yo estoy encantado. Es un ambiente muy acogedor, todos te tratan de una manera muy buena y además te quitan presión, porque yo ahora mismo no tengo esa necesidad de hacer resultados. En el equipo de desarrollo lo que tengo que hacer es crecer y progresar.
—Con este salto de calidad, ¿cambian sus planes dentro del equipo?
—El equipo irá marcando los pasos que yo tenga que dar, tampoco tengo prisa, quiero progresar bien y hacerlo de una buena manera. El UAE dirá lo que quieren que haga y yo estaré encantado de hacerlo junto a ellos. Este año todavía me quedan algunas carreras por correr e intentaremos ir a ganarlas. En 2025, en principio, seguiré corriendo con el equipo sub-23 para seguir progresando.
—¿Cómo fueron sus primeros pasos en el ciclismo?
—De pequeño no hacía ciclismo, jugaba al fútbol, pero siempre me gustó ver el Tour de Francia y la Vuelta a España aquí en casa con mi abuelo. Después de comer siempre poníamos la tele y lo veíamos y ahí ya me di cuenta que era un deporte que me gustaba mucho. Empecé a montar en bici con mi padre, mi familia e incluso por aquí en casa también me pasaba muchas tardes dando vueltas en el jardín. El fútbol me acabó cansando y lo cambié por la bicicleta. Al principio es algo que no se te da bien, eres un poco patoso y no controlas, pero poco a poco fui aprendiendo y mejorando.
—Otro que cambió el fútbol por el ciclismo fue Evenepoel y no le ha ido mal…
—Creo que él se cambió un poco más tarde que yo (sonríe). Al final, cuando eres pequeño te tienes que centrar en divertirte y hacer el deporte que te gusta. De más mayor, si te quieres dedicar a ello sí tienes que dedicarle el máximo de horas posibles, estar centrado todo el día para intentar llegar a un objetivo.
—¿Todavía compagina el deporte profesional con sus estudios?
—Empecé a estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, pero por todos los viajes, los exámenes y toda la parte física que también conlleva la carrera, vi que no era posible para mí, por lo que al final lo tuve que acabar dejando. Ahora mismo estoy centrado en el ciclismo, en intentar llegar lo más lejos posible.
—Fuera del ciclismo, ¿qué aficiones tiene? ¿A qué dedica su tiempo libre?
—Siempre he sido un chico al que le ha gustado mucho hacer deporte, casi cualquiera: fútbol, el baloncesto... Aunque ahora no los puedo practicar porque si juego al fútbol y me lesiono, tengo un problema. Ahora mismo solo monto en bici, pero sí que me gusta mucho ver otros deportes en la televisión, el fútbol, el ciclismo también me gusta verlo muchísimo, veo prácticamente todas las carreras que hay, incluso de junior. También me gusta pasar tiempo con mi familia y mis amigos.
—Con lo que se está poniendo de moda que los ciclistas vivan en lugares como Andorra, ¿usted también se ve allí en el futuro?
—No, yo en principio aquí en Madrid estoy a gusto. Sí que para el invierno igual voy a preparar la temporada a la costa, que hará más calor y no tendré que pasar tanto frío. Cuando tenga que hacer alguna carrera importante sí que igual me iré de concentración en altura a algún lado, pero en principio para la siguiente temporada seguiré viviendo aquí en Madrid.
—De Madrid también salió otro grandísimo escalador, como su paisano Alberto Contador. ¿Cree que se parece al de Pinto?
—Tal vez el ciclista referente de cuando era más pequeño era Alejandro Valverde, que igual he visto muchas más carreras suyas. Valverde era un corredor que me encantaba. También vi muchas carreras suyas, de Purito y Contador, y ellos también eran una inspiración para mí. Me gusta ser escalador, era mi objetivo. Siempre me ha gustado subir y lo que estaba en mi cabeza cuando empecé a montar en bici era que se me diese bien la subida. El llano es una especialidad que no se me da tan bien por el tamaño corporal y tal vez por la potencia, así que yo creo que siendo escalador, Alberto Contador y Purito son mis referentes.
—¿Qué planes tiene en lo que resta de temporada? ¿Le veremos en el Mundial de Zúrich?
—De momento, en diez días estaré en el Giro de Friuli con el Gen-Z. Al final de temporada correré el Lombardía sub-23 y si surge alguna carrera como el Mundial o alguna más, las prepararé para dar el máximo.
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