O’Connor arranca como una moto para acabar con su sequía
El del Ag2r se exhibe en la Vuelta a Murcia tras una cabalgada con Tim Wellens, tercero y al que soltó a 12 km de meta. Llevaba dos años sin ganar.
En fechas de empezar a desengrasar el cuerpo, este sábado, Ben O’Connor arrancó como una moto en la Vuelta a Murcia. El corredor del Ag2r, que no competía desde Lombardía, a principios de octubre, venció en la clásica con una exhibición. Primero, al lado de Tim Wellens, con el que se marchó del resto de aspirantes a unos 45 kilómetros de meta; después, en solitario, soltando al ciclista del UAE a puro ritmo, a 12 km del final y sin necesidad de atacar. Llevaba casi dos años sin ganar (desde el Tour du Jura Cycliste, en abril de 2022) y puso fin a su sequía a lo grande. En meta, apretaba los dientes y los puños. Un alivio y un aviso para lo que le espera por delante, con el Giro de Italia como primera gran parada en el calendario.
O’Connor, que sumó su segunda victoria en suelo español (la otra fue en La Molina, en la Volta a Cataluña de 2022), decidió la carrera en la Cresta del Gallo, puerto de tercera categoría (4,3 kilómetros al 6,6%) y última dificultad del día. Su show particular, sin embargo, lo inició mucho antes. En el Collado Bermejo, de primera (7,2 kilómetros al 7,1%), a más de 100 km del final, se sumó a un grupo de élite con muchas papeletas para jugarse el triunfo. Lo conformaron seis corredores y eran Sepp Kuss y Jan Tratnik (Visma), Dani Martínez (Bora), Jefferson Cepeda (Caja Rural), Wellens, y Nicolas Prodhomme, compañero de equipo de O’Connor, que también tenía por delante a Paul Lapiera como superviviente de la fuga inicial. Hicieron valer la superioridad numérica, aunque Ben tampoco la necesitaba.
Un día agresivo
“Estoy muy feliz, no hay mejor manera de empezar la temporada que con una victoria. Es bonito ver que el trabajo invernal ha dado sus frutos. Siempre quise ser agresivo en la subida a mitad de carrera. Quería aprovechar una oportunidad. Me alegré mucho de que tuviéramos a Lapeira y Prodhomme conmigo al frente. Creo que realmente hicimos un buen trabajo”, valoró O’Connor tras levantar los brazos en un día de mucho viento y en el que, en realidad, el vendaval fue él. “Estuve con Wellens y me marché porque empezábamos a perder algo de cooperación”, añadió sobre su último compañero de aventuras. El del UAE, por su parte, se vio superado finalmente por un Tratnik que, de cuerpo imponente, subió como si fuera un ligero escalador. La temporada, para algunos, empieza fuerte.