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CICLISMO EN PISTA | EUROPEOS

Sebastián Mora sigue reinando en Europa: bronce en ómnium

El corredor de Vila-real suma otra medalla para la delegación española en Múnich, la primera en ciclismo en pista. Es su séptima presea continental.

Sebastián Mora sigue reinando en Europa: bronce en ómnium
@RFECiclismo

Un palmarés que no para de crecer. Una retahíla de éxitos a la que sólo le falta la guinda, un podio olímpico. Más allá de los Juegos, Sebastián Mora ha volado hacia las medallas en todos los escenarios posibles. Sobre todo, en el continental, en una Europa que, a sus 34 años, ya le ha visto colgarse metales en siete ocasiones. Hasta el momento, el viejo continente había coronado al de Vila-real (todo oros) en madison (2015, 2016 y 2020), scratch (2015 y 2019) y puntuación (2020). Ahora, el ómnium se une a la ecuación con un bronce en los European Championships de Múnich. ¡Y qué bronce! Sufrido hasta el final, cuando el español llegaba al último esprint empatado a puntos (124) con el francés Donavan Grondin, primero, y el italiano Simone Consonni, segundo. “No, no, no”, negaba Mora al cruzar la meta, consciente de que el primer puesto se había quedado a un puñado de pedaladas.

Los mejores siempre quieren más. Incluso cuando todo parece estar en contra. El pasado mes de junio, mientras se encontraba con la selección española en Alemania, Mora sufrió una fractura en su clavícula derecha. El día 8, pasaba por quirófano, complicándose seriamente su presencia en los Europeos. Poder volver a tierras germanas ya era un éxito. Volver y triunfar es cosa de elegidos. No competía desde entonces y, mañana, puede seguir regalando alegrías nacionales. Tras lograr la primera medalla para el ciclismo en pista, que hoy mismo había acariciado Alejandro Martínez (1 km) con un cuarto puesto, Mora volverá a competir en la prueba de madison junto a Albert Torres.

Regreso por todo lo alto en un deporte, el ciclismo en pista, que es muy suyo. Requiere de la fuerza y resistencia física del ciclismo, pero también de una técnica especial. Aún más el ómnium, que se compone de cuatro disciplinas distintas que van concediendo puntos (40 al ganador, 38 al segundo, 36 al tercero, etc.): 10 kilómetros de scratch (carrera convencional), otros 10 de tempo (con puntos por esprints y vueltas), prueba de eliminación (se elimina al último corredor cada dos vueltas) y 25 km finales que lo deciden todo. A ellos, los ciclistas llegan con los créditos acumulados hasta el momento, que se ponen en juego en las distintas vueltas (doblando) y esprints.

Y a ellos, Mora llegaba como lo que es, como uno de los grandes nombres de siempre. Con 108 puntos en total, se situaba en primera posición, en situación de defender el oro, algo que hacía desde el primer esprint (cada diez vueltas), sumando cinco palitos más a su casillero. Una primera demostración de fuerza, la confirmación de que, pese a la lesión y a todo lo ganado, nadie tenía más hambre que él en el velódromo germano. Una, otra, otra. Siempre en cabeza de carrera, vuelta tras vuelta, controlando al grupo y buscando la oportunidad de doblar, de asegurar el metal. Después de varios ataques, consiguió marcharse, pero arrastrando al resto de favoritos. Todo en un puño y el “no, no” que, ya en el podio, se convertía en sonrisa.