MUNDIALES CICLISMO | MOMPARLER
Pascual Momparler: “Este Mundial es juguetón”
El seleccionador español de ciclismo en carretera analiza para AS las opciones de los nuestros en Glasgow. “Cortina y Aranburu pueden optar a las medallas”, asegura.
Pascual Momparler (Valencia, 41 años), seleccionador español, atiende a AS días antes del debut del equipo de carretera en Glasgow. Pese a la baja de última hora de Oier Lazkano, Momparler se muestra optimista ante el ilusionante reto que está por delante.
—¿Cómo es el recorrido de estos Mundiales en Glasgow?
—Es el típico trazado de todos los mundiales. Hacemos unos 110 kilómetros en línea, en los que subimos un puerto, vamos de Edimburgo a Glasgow, y una vez entramos en la ciudad hay un circuito que tiene una subida de unos 30 segundos más o menos. Sí que parece que esté empinada, pero bueno, 30 segundos tampoco te cambia la vida. El factor que puede decidir este Mundial es que vas todo el rato curveando por las calles de Glasgow. Habrá un látigo tremendo durante todas las vueltas y eso es lo que puede marcar el devenir del campeón del mundo, que se rompa el grupo y que camine una fuga para adelante porque detrás va a ser difícil tirar. Dentro de la poca dureza, creo que será bonito porque va a ser un Mundial juguetón.
—Un escenario ideal para ver sorpresas, como las que dieron en su día corredores como Astarloa o Ballan.
—Exacto, exacto. Aquí también jugamos a que no tiene nada que ver un mundial de otros años con los que se corren ahora. Antes estaba la típica escapada en la que se había metido el marroquí, el búlgaro o el ciclista que fuera. Ahora, afortunadamente, estamos viviendo una época de las más grandes que podamos vivir en el ciclismo. Tenemos a ciclistas que no esperan a los últimos 30 kilómetros para atacar. Puede haber sorpresas, sí, pero puede haber un grupo en el que se filtre un Remco, un ciclista de esa entidad, y haga que la fuga llegue hacia adelante.
—Bajo su punto de vista, ¿el recorrido es ideal para los velocistas u otro tipo de corredor?
—Es para gente potente, es obvio, es para gente potente y de fuerza, que es lo que también tenemos nosotros. Tenemos dos ciclistas para eso, para aguantar ahí hasta el final, como puede ser Aranburu o Cortina. Ellos se conocen muy bien, corren todo el año, van a respetarse, van a ayudarse y si llega un grupo reducido de 30 o 40 unidades, pueden estar ahí y optar a la lucha por las medallas. Incluso Ion Izagirre, al que no le hacen falta grandes puertos, puede rematar y hacer exhibiciones. Hay que recordar la etapa del Tour de Francia, que soltó a Mathieu van der Poel.
—Este año, cosa que no se pudo lograr en 2022, ¿será fundamental meter corredores en los cortes hacia final de carrera?
—Claro, nosotros lo que tenemos que hacer es no perderle nunca la cara a la carrera. Hay que salir a competir. No podemos permitirnos el lujo de que se haya dado un corte de 20 ciclistas y no llevar a nadie. Esos son lujos que no nos podemos permitir y por eso el año pasado nos tocó trabajar por detrás. Nos tocó sacar un poco la cara por no haber estado en esa fuga, porque nosotros teníamos un plan en el que se llegara lo más junto posible para ver si Cortina podía meterse en ese top-10 o quizás más adelante. Tenemos que correr mejor que corrimos el año pasado para que después el ciclista que tenga que disputar, disponga de un compañero o dos ahí para ayudarle.
—En cuanto al resto de la convocatoria, muchos se han sorprendido por las ausencias de Pello Bilbao y Juan Ayuso. Sin embargo, ellos mismos renunciaron.
—Efectivamente, son dos ciclistas que se meten en el mismo saco junto a Carlos Rodríguez. Son tres ciclistas que son líderes, muy top. Pueden escoger su calendario muy bien y saben de lo que son capaces. Aunque el Mundial no sea el mejor para ellos, pueden venir ahí a ayudar a otro compañero a ganar. Lo que pasa es que se conocen tan bien que saben que para ayudar tampoco sirven como a lo mejor puede servir otro. Prefieren renunciar y darle la oportunidad a otro compañero y seguir con sus objetivos, que en este caso son también nuestros objetivos. Nos estamos jugando plazas olímpicas y se sacan de sus puntos. Aunque la gente diga que egoístas, también están luchando por una cosa que es muy nuestra, muy de todos, que es que están luchando por subir la cifra española lo máximo posible.
—¿Qué dos o tres corredores destacaría por encima del resto como favoritos a la victoria?
—Te digo cuatro. Pedersen, porque hay previsión de agua. Es un tío muy técnico, muy fuerte y ya sabe lo que es ganar un Mundial, y es un tío que sabe ganar todo el año. Después, los que todos tenemos en la cabeza: Van der Poel, Van Aert y el propio Remco.
—¿Qué tipo de carrera le conviene a España para tratar de dar la sorpresa?
—A nosotros nos vendría bien una carrera como la del año pasado. Una carrera así, loca, en la que está una carrera controlada en su ecuador, que íbamos nosotros tirando por detrás con Dinamarca, si no recuerdo mal, y después que sea una fuga de fugas y que la gente no sepa muy bien dónde está, ni dónde está su líder, ni si hay gente delante o detrás. Eso es lo que a nosotros nos vendría bien con el equipo que tenemos. El equipo ese día estará fuerte, con ganas e ilusión de ir a por el Mundial. Eso es lo que nos viene bien. Más que esperar al final, porque al final puedes esperar al esprint, pero sabes que tienes dos o tres que son mucho más rápidos que tú, y aquí, por lo menos, lo que interesa es intentar que algunos se metan las medallas.
—¿Cuál es el objetivo que se marcan en estos Mundiales y con qué resultado se irían satisfechos?
—El objetivo siempre es correr bien, hacer una buena carrera. Nosotros hemos ido a algunos Mundiales y hemos corrido muy bien y hemos estado en carrera. Y después hay otros, como los Mundiales del año pasado, con problemas para armar el equipo. Por el sistema de puntos UCI, había muchos equipos en los que estaban nuestros ciclistas españoles, con peligro de bajar, y no dejaron a esos ciclistas. Se pudo pelear por la lucha de las medallas, que es lo que tenemos que hacer. Somos España, al final, con mejor o peor equipo, saliendo como favoritos o sin ser favoritos. Somos uno de los mejores países del mundo en ciclismo, así que todo el mundo espera de nosotros que estemos ahí.