La París-Roubaix tendrá chicanes
La organización escuchó las solicitudes de los corredores para introducir chicanes que reduzcan los riesgos de caídas en tramos de pavés como el Bosque de Arenberg.
La Asociación de Ciclistas Profesionales (CPA) cada vez toma más partida en las carreras del ciclismo actual en lo que a materia de seguridad se refiere. Una tarea nada sencilla la de equilibrar la balanza entre espectáculo y la prevención, especialmente, en citas de primer nivel de repercusión que, por su propia esencia, suelen estar vinculadas a un mayor nivel de riesgo.
Con el fin de minimizarlo, la próxima edición de la París-Roubaix (7 de abril) contará con un elemento más ligado históricamente a los deportes de motor que al ciclismo: las chicanes. Según señala el diario L’Équipe, los corredores, a través de la CPA, habrían solicitado al director del Monumento francés, Thierry Gouvenou, que implementase chicanes para reducir el riesgo de caídas en el Bosque de Arenberg, el tramo de pavés que acostumbra a ser más peligroso en el ‘Infierno del Norte’.
“He corrido aquí doce veces y doce veces llegué delante de la trouée d’Arenberg preguntándome cómo iba a salir adelante. La idea es añadir algunas curvas para frenar el pelotón y estirarlo, un poco como el sistema de chicanes en los circuitos automovilísticos. Actualmente, llegan al bosque de Arenberg a unos 60 km/h. Si pudiéramos reducir la velocidad a 30-35 km/h, sería menos arriesgado. Y esto resaltaría también la dificultad de la Trouée, porque los corredores llegarían sin impulso. Los ciclistas me dijeron que preferían frenar fuerte y arriesgarse a caer sobre el asfalto antes que entrar en la Trouée a 60 km/h”, explicó Gouvenou sobre la solución que pretende llevar a cabo tras reconocer parte del recorrido el pasado martes.
Debido a las reclamaciones por parte de los ciclistas, la organización de la París-Roubaix se ha decidido finalmente por introducir estos elementos de seguridad. Así se ha hecho público en redes, donde aseguran que es una medida “a petición de CPA”, por la que se añadirá una chicane que ayude a reducir la velocidad de entrada en los sectores de riesgo, como son los de pavé.
En el ciclismo actual no paran de sucederse los récords de velocidad en las grandes citas, circunstancia que incrementa notablemente el riesgo de caídas. Sin ir más lejos, esta temporada ya vimos que tanto en Milán-San Remo como en Tour de Flandes se batieron los mejores promedios de velocidad históricos de ambos Monumentos. Para Gouvenou, esta tendencia habría que revisarla de cara al futuro: “Los corredores están nerviosos y nos piden un poco más de seguridad para entrar en la trouée, eso no nos parece ilógico. Pero quizá sea necesario pensar a largo plazo, en particular en las bicicletas y el equipamiento, que son la causa de ciertas caídas”. La seguridad, ante todo.
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