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CICLISMO

Las últimas pedaladas de Bahamontes

Toledo mantendrá en su memoria a un ciudadano ilustre que paseó por la ciudad hasta el último momento

Toledo
Toledo no se olvidó de su Águila ayer. El Tour recuperó el Puy de Dôme el mismo día en el que Federico Martín Bahamontes
cumplía 95 años. En el volcán, el primer campeón español forjó su victoria en 1959 ganando la contrarreloj
que se disputó allí. Unas 300 personas, con el alcalde Carlos Velázquez en el pelotón, le recordaron ante su estatua.
Angeles VisdomineEFE

Todavía al final de la aventura, el ‘Aguila de Toledo’ se dejaba ver a través de las sinuosas calles del casco antiguo de la Ciudad Imperial. ‘Fede’, como todo toledano le conocía - aunque su nombre real era Alejandro -, era reconocido durante sus paseos y más reclamado por los vecinos veteranos del Toledo más vetusto y no tanto por los habituales turistas de la ciudad.

“Este señor fue el primer español en ganar un Tour de Francia”, una frase mil veces repetida, de padres a hijos y de abuelos a nietos en una Plaza de Zocodover ya acostumbrada a las andanzas del toledano más ilustre. Han sido, hasta hace unos meses, las últimas pedaladas de un hombre casi centenario pero en envidiable estado físico, transmisor de cientos de anécdotas ciclistas y vitales contadas con todo lujo de detalles y con la frescura propia de un Bahamontes enérgico e inimitable.

Un deportista cuya importancia radica para Toledo en que, apenas cien metros más abajo, cuenta con una figura propia dedicada a su memoria, que guardará a Bahamontes en el recuerdo de todos, subido a una bicicleta a la par que escala la tremenda cuesta de la Calle Real del Arrabla ante la mirada del emblemático Alcázar de su ciudad.