Kuss: “Será bonito empezar La Vuelta con el dorsal uno”
El triunfador de La Vuelta habla con AS en Singapur tras la mejor temporada de su vida. No volverá a correr las tres grandes en 2024, pero sí defenderá su título.
El 2023 de Sepp Kuss (29 años) marcará un antes y un después en su carrera deportiva. Aquel chico de Durango (Estados Unidos), que incluso practicaba deportes como el esquí de fondo de pequeño y que se convirtió en uno de los mejores gregarios del pelotón en el poderoso Jumbo… hasta llegar a ser campeón. Fue en La Vuelta, con un triplete de su equipo, y tras vestirse de rojo en una escapada, un maillot que ya no soltó. Acabada la temporada, y tras un espectacular recibimiento en su país, volvió a Andorra, donde reside, y de allí a Singapur, donde participó en el Critérium del Tour. Junto a la piscina del hotel Mandarin Oriental, Kuss habló con AS.
—Se termina la temporada, el año. ¿Inmejorable?
—Fue un año muy especial, inolvidable. El poder estar en las tres grandes vueltas (Giro, Tour y Vuelta), que el equipo (Jumbo) ganase las tres con corredores distintos y que además yo fuese uno de ellos. No tengo palabras para describir cómo ha sido. Durante toda la temporada estuve muy tranquilo, entrenando, disfrutando, y eso fue algo muy importante.
—¿Cómo cambia la vida el ganar una gran vuelta?
—Personalmente, no mucho, pero sí que noto que ahora soy más reconocido en Estados Unidos, en España, en Europa (en Singapur fue uno de los que más autógrafos firmaba, incluso mientras comía acompañado de su esposa). No estoy tan tranquilo por así decirlo, pero es muy especial toda la gente que me conoce por ganar La Vuelta. El cariño del público me da mucho orgullo.
—Ahora está todo medido en datos, vatios… ¿Este año también mejoró en eso?
—Justo hace poco mi entrenador me enseñó los datos de rendimiento en las tres grandes y vi que tuve un nivel similar entre ellas, y en general mejor que otros años. Eso me da mucha confianza, porque antes de llegar al Giro pensaba que tenía que entrenar más fuerte. En el Tour me pasó igual, y en La Vuelta de nuevo. De hecho, a esta última creía que llegaba peor que al Giro y al Tour, pero al final rendí mejor que en las otras.
—¿Cómo vivió su recibimiento en casa? Todo Durango salió a las calles.
—Fue especial y también íntimo, porque es un sitio pequeño, lejos de las grandes ciudades, y estuvo mucha gente a la que conocía. En Durango soy uno más, no un deportista ni un ciclista, sino otro del pueblo. Estuve dos semanas y es buena época para estar allí, en Colorado, las hojas de los árboles están cambiando y el paisaje es muy bonito. Aproveché para montar en la bici de gravel y mountain bike. Hay muchos senderos y para mí es especial.
—¿Esta pasión tras su éxito puede ser un impulso para el ciclismo estadounidense?
—Totalmente. La Vuelta no es el Tour, pero la gente conoce la carrera y, además, el nivel actual de los ciclistas en Estados Unidos es bueno. En clásicas, en grandes vueltas… y conozco muchos amigos que han empezado a ver carreras o salir a montar, y eso es muy importante, porque no suele ser un país con mucha cultura de ciclismo. Chris Horner (el otro estadounidense ganador de La Vuelta, en 2013) también me escribió varios días y recibí bonitos mensajes.
—Ganó La Vuelta, la que dice que es su carrera favorita. Ahora, ¿a por otros retos?
—Sigue siendo mi favorita, pero también me gustaría hacer otras cosas especiales, como ganar una etapa en el Giro (ya tiene en Tour y Vuelta), hacer algo especial en el Tour, en otras carreras importantes…
—En 2024 ya no volverá a correr las tres grandes.
—Es demasiado pronto para volver a hacerlo. Al Giro me gustaría volver, pero más adelante. Veremos mi calendario, porque realmente en el Jumbo no hacemos muchas carreras fuera del World Tour. Me gusta conocer sitios y pruebas diferentes. Vi una noticia de que regresa el Tour de Colombia, y no sé si iremos, pero por ejemplo algo así sería especial. Luego haré un tramo de temporada habitual para preparar Tour y Vuelta.
—¿Cree que, sin todo lo vivido en La Vuelta, Roglic seguiría en el Jumbo? ¿O su idea de marcharse venía de antes?
—Quizás había ciertos momentos entre Roglic y el equipo sobre el liderato en las carreras que eran nuevos para todos, porque antes de la ‘época’ de Jonas, Primoz era el líder único. Puede que en su mente crea que necesita a un equipo a disposición para ganar el Tour, pero pienso que se puede ganar también con dos líderes.
—¿La posible fusión con Soudal le afectó?
—No, porque para mí no era importante si venían otros corredores importantes como Evenepoel o con características similares, pero quizás es mejor que no se haya producido por el bien de otros corredores, auxiliares… porque en octubre no es fácil encontrar nuevos equipos. Lo más importante para nosotros es encontrar un patrocinador para muchos años, pero no una fusión.
—¿Cómo puede ser que un equipo que venga de ganar las tres grandes vueltas el mismo año tenga problemas para encontrar patrocinador?
—En nuestro caso, diría que más una empresa que un equipo. Es difícil encontrar patrocinador tanto para nosotros como para un equipo pequeño, pero en nuestro caso está también búsqueda de un patrocinador con dinero suficiente para lo que queremos hacer, que es invertir mucho en alimentación, entrenamientos, materiales…
—¿Qué le pide al próximo año?
—Todo lo vivido esta temporada me da motivación para pensar que puedo conseguir cosas importantes, y en vez de ser un gregario que afloja en determinados momentos, poder seguir con un pensamiento más en la general. Ayudar a ganar a los líderes o para mí, ya veremos, pero tengo confianza.
—¿Y La Vuelta?
—Es un reto. Será muy bonito empezar La Vuelta con el dorsal uno. Trataré de defender mi título, pero todavía queda lejos. Será interesante ver el recorrido primero y ver qué puedo hacer ahí.
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