Kooij resiste a los favoritos para imponerse al esprint en París-Niza
El neerlandés, primer líder, consigue su tercer triunfo del año en un ajustadísimo esprint con Pedersen. Evenepoel bonifica 4″ y Bernal, peleando con los mejores, 2″.
Mads Pedersen ha iniciado su temporada en Francia, donde ha brillado con luz propia con cuatro victorias de etapa y las generales de Etoile de Bessegès y Tour de la Provence. La apuesta no pudo salirle mejor. Aunque este domingo, en la primera etapa de la París-Niza, Olav Kooij le amargó la fiesta. El neerlandés (22 años) cortó la racha del danés por apenas unos centímetros, los suficientes para alzar los brazos en un ajustadísimo esprint. Pese a los segundos de bonificación que obtuvieron por el camino hombres como Matteo Jorgenson, Remco Evenepoel y Egan Bernal, su tercer triunfo de la temporada llevó a Kooij al maillot amarillo. El año pasado ya triunfó en la quinta etapa de esta carrera. Ahora, sólo ha necesitado una jornada.
El recorrido de este primer asalto a la Carrera del Sol bien podría haberse tratado de un Mundial, aunque de menor longitud. Los corredores debían afrontar un circuito en las inmediaciones de Les Mureaux que contenía las cotas de Bazemont (1,8 km al 6,5% de media) y Herbeville (2,6 km al 5%). Cada una de ellas se ascendería dos veces. Los escapados, con más corazón que convicción, se lanzaron a la aventura, especialmente un Mathieu Burgaudeau (TotalEnergies) que no temió quedar emparedado, cual tranchete de sandwich, por el dúo del EF Education formado por Stefan Bissegger y Jonas Rutsch. Llegaron a alcanzar los tres minutos de ventaja, y ahí el pelotón dijo basta.
La neutralización se cocinó a fuego lento, hasta que esta llegó definitivamente a falta de 38 km, aunque Bissegger sacó bandera blanca minutos antes. La tensión fue en aumento, pues había un jugoso premio antes de la victoria de etapa: seis segundos de bonificación en el esprint intermedio de Montainville. Teniendo en cuenta que esta carrera se ha decidido en numerosas ocasiones por un puñado de segundos, no se trataba de un botín menor. Remco puso a sus compañeros a trabajar, pero Jorgenson se anticipó y llegó primero, seguido por el belga. Bernal, al que da gusto ver de nuevo tan metido en carreras importantes, pasó tercero y se llevó 2″ de premio.
Evenepoel, como acostumbra en él, aprovechó el hueco generado en el esprint para tirar hacia adelante, pero pronto se dio cuenta de que la ventaja era mínima sobre el grupo principal y decidió parar. Demasiado pronto para malgastar balas. Como último escollo, quedaba el segundo paso por Herbeville. Evenepoel lo probó a falta de 500 metros de coronar y Primoz Roglic, que hasta ese momento no había asomado la cabeza, decidió intervenir. El esloveno, con un pedaleo sumamente fácil en su puesta de largo con el equipo Bora, cerró el hueco con el del Quick-Step sin despeinarse. Con tanta guerra, la mayoría de los velocistas claudicó ante el ímpetu de los ‘gallos’, pero no Kooij… Pedersen, acostumbrado a ganar en grupos reducidos cuando los esprínters puros quedan descolgados, se las prometía felices, pero el neerlandés le batió por unos centímetros. Este lunes, única jornada con previsible desenlace en forma de volata.