Juanpe López defiende el liderato y se queda a una etapa de ganar en los Alpes

Etapa reina del Tour de los Alpes, casi 4.000 metros de desnivel acumulado. Y mil frentes abiertos en los que combatir. Todos te atacan con la intención de arrebatarte tu preciado liderato, pero a base de pundonor te sobrepones a todo. Y a todos. La lección defensiva de Juanpe López le mantiene al frente de la general, gracias a su lectura de carrera, su sangre fría y, lo más importante, su enorme estado de forma, quizás, el de mayor nivel de toda vida deportiva. Simon Carr ganó la etapa desde la fuga, ajeno a la infinidad de ataques a los que hizo frente el español, al que ya sólo una etapa le separa del premio de conseguir su primera general como profesional. Eso será si consigue sobrevivir a la batalla que le aguarda en el doble paso al Palu del Fersina (12,5 km al 6,1% de media).

Todos contra Juanpe. Así se planteaba la cuarta etapa del Tour de los Alpes, una jornada más con altas dosis de montaña. En total, seis puertos a superar en los 141 km entre Leifers y Bolgo Valsugana. En los primeros compases se estableció una escapada de once corredores, nutrida de mucho nivel: Sergio Higuita, Hugh Carthy, Gregor Mühlberger y la doble presencia española de Óscar Rodríguez y Mikel Bizkarra. Sin embargo, ninguno de ellos suponía un serio contratiempo para los intereses del líder. Davide Piganzoli, sí. El prometedor ciclista italiano, situado a 2:01 de Juanpe, obligó al Lidl-Trek a trabajar para controlar las diferencias desde bien temprano.

Los últimos 60 km prometían, porque se acometería un encadenado de tres puertos, dos de ellos categorizados: Passo del Compet y Passo del Vetriolo. En el primero de ellos fue donde Higuita y Simon Carr decidieron subir la apuesta para apurar sus opciones de victoria de etapa. Se marcharon del grupo de fugados con mucha superioridad y ampliaron su renta en el descenso. Pero fue en el Vetriolo donde comenzaron las hostilidades entre los gallos. Juanpe cerró con solvencia las tentativas de Harper y O’Connor, pero no la de un Poels que llegó a abrir un hueco superior a 10 segundos. Tirando de galones y tras un esfuerzo titánico, el lebrijano logró contactar antes de coronar. Y menos mal, porque Tiberi se había sumado a la fiesta para colaborar con su compañero Poels.

Salvar ese primer match ball trajo consigo otra lectura positiva. El dúo de Ineos, formado por Foss (2° de la general) y Thomas, quedó relegado de la batalla final. Ésta llegó en el Colle San Marco (5,3 km al 7,1%), cuya cima se situaba a 9 km de meta. Sin embargo, antes hubo un punto de inflexión inesperado. Harper y O’Connor decidieron arriesgar en el descenso y ambos se fueron al suelo en la misma curva con consecuencias muy distintas: el del Jayco chocó aparatosamente contra una farola, mientras que el del AG2R pudo continuar en el grupo de elegidos con algunos rasguños. Esto provocó un parón que le brindó el triunfo a Carr.

Todo ello a pesar del intenso tira y afloja que se vivió en San Marco, casi una continuación de lo visto en Vetriolo. Juanpe volvió a encontrarse una tensa situación, pero dio toda una lección de lectura de carrera y sangre fría. Paret-Peintre abrió un hueco peligroso que amenazó el liderato del español por momentos, pero aprovechando el arreón de Tiberi, Juanpe fue reduciendo la brecha junto al resto de favoritos hasta el reagrupamiento definitivo. Sólo en el último kilómetro, el líder cedió un par de segundos ante el sorpresivo movimiento de O’Connor. Sólo queda un día para la gloria, esa que Juanpe ya acaricia con la yema de los dedos.

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