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CICLISMO | LA INDURÁIN

Induráin recuerda los 30 años del récord de la hora en La Induráin

Durante la presentación de la prueba, el español rememoró la hazaña que ahora posee Filippo Ganna y charló sobre Pogacar, Rodríguez y Mas.

EFE
Miguel Induráin en la Titan Desert.
Titan Desert

El pentacampeón del Tour, Miguel Induráin, guarda un “recuerdo bonito” de la hazaña conseguida hace casi 30 años en el Velódromo de Burdeos al batir el récord de la hora, estableciendo la marca en 53,040 kilómetros con su mítica ‘espada’, aunque reconoce que fue “difícil”.

El próximo 2 de septiembre se cumplirán tres décadas de aquella gesta, en la que el navarro borró de los registros los 52,713 kilómetros de Graeme Obree con su Pinarello, meses después de su cuarto Tour. La prueba ciclista conocida como La Induráin, que se disputará el 20 de julio y que fue presentada este martes, servirá de homenaje a aquel récord firmado en 1994.

Durante la presentación de La Induráin 2024, el villavés echó la vista atrás tras cambiar la historia de este deporte con José Miguel Echavarrí como padre deportivo. Actualmente, el récord de la hora pertenece a Filippo Ganna, con 56,792 km. ”Tengo un recuerdo bonito. Fue difícil porque estaba centrado en las carreras de ruta y grandes vueltas. El desarrollo y todo cambiaba una vez te metías en la pista”, rememoró Induráin.

La agonía precedió al éxito: “Eso fue el punto final. Yo llevaba trabajando con la bicicleta un tiempo, no había túnel del viento y fuimos a fábricas de coches. Le dedicamos bastantes horas a la bicicleta, a la aerodinámica, a la posición y a mi figura, ya que no podía forzar mucho porque lo importante era la carretera. Esto era un suplemento más”.

“Cada vez está más difícil, ahora ya 56… fue un espectáculo y lo disfruté mucho. Salió muy bien”, anotó el navarro sobre el récord de Ganna. El público debió entrar a última hora para evitar que la temperatura aumentase: “Había mucho ambiente, demasiado. Fue festivo, ir hasta allí fue un esfuerzo importante y la gente tenía ganas y les tuvimos que frenar un poco. Una vez arranca la prueba ya ni te enteras porque ya estás a lo tuyo”, dijo.

“Al ser un sitio cerrado tiene sus beneficios e inconvenientes. Tiene que estar ventilado… los expertos te decían cómo había que hacerlo y tú te dejabas guiar. La gente animó muchísimo y lo duro fue de la media hora hasta menos cuarto. La afición fue importante ahí”, continuó. Para él, la prueba, mentalmente, no era un inconveniente, ya que “fue como una contrarreloj, es una hora”.

“La posición es fija, y en la carretera puedes pedalear, levantarte o descansar algo. Ahí era un ritmo constante y girado siempre de un lado y muscularmente fue duro”, insistió. Induráin se refirió al posible doblete del esloveno Tadej Pogacar con Giro y Tour, algo “difícil” a su juicio. ”En el Giro estuvo bien, aunque igual no tenía los rivales más importantes que se va a encontrar en Francia. Está saliendo un año raro entre caídas, lesiones, ausencias…”, dijo.

“Tienen más tiempo que en nuestra época. Antes era Vuelta, Giro y Tour. Hacíamos un tipo descanso y ahora tienen todo más controlado”, apuntó. Del momento de ciclistas españoles como Carlos Rodríguez, Enric Mas o Juan Ayuso, piensa que “Rodríguez está andando bien, motivado y con un equipo potente, mientras que a Mas prácticamente no se le ha visto para jugárselo todo por el todo en el Tour”.

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