“Hay una cosa segura: una ciclista fue dejada morir durante más de una hora bajo el frío y la lluvia”

Hace más de una semana, en los Mundiales de Zúrich, la peor noticia posible se confirmó en la competición con el fallecimiento de la corredora Muriel Furrer. La suiza, de tan solo 18 años, ingresó en el hospital un día antes como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico severo, fruto de una caída durante la prueba de fondo júnior, que la dejó en estado crítico. Apenas 24 horas después, la Unión Ciclista Internacional (UCI) confirmó que Furrer perdía la vida. Furrer era una de las ciclistas más prometedoras de la actual generación júnior de Suiza, donde este año firmó dos subcampeonatos en dicha categoría, fondo y contrarreloj, en los Nacionales de su país.

El medio local Blick, que realizó una investigación, puso en duda si se pudo hacer algo más por salvar la vida de Furrer y deja en evidencia cómo se pudo tardar más de hora y media en encontrar a la ciclista. 90 minutos que, quién sabe, podrían haber salvado la vida de Muriel Furrer. El italiano Andrea Raccagni, que también participó en los Mundiales y fue 13º en la contrarrreloj Sub-23 que conquistó Iván Romeo, puso un emotivo y largo mensaje sobre la trágica pérdida de Furrer que recibió el apoyo y aplauso de numerosas estrellas del pelotón.

“Quería hacer un bonito post con algunas fotos de mis experiencias en los campeonatos del mundo, pero desde el principio sentí que no estaba bien. Ahora ha pasado una semana y (a excepción de algunos artículos) nadie habla de ello. Ya no. Hemos llegado a un punto en el que ni siquiera intentamos cambiar las cosas. Todo el mundo sabe lo que pasó en Zúrich. No puedo decir nada sobre el accidente en sí, pero puedo hablar de mi experiencia. Todos arriesgaron su vida en un mismo descenso. No tenía ningún sentido estar allí. Todo el mundo lo sabía. El hecho de que algunos ciclistas lo dijeran a los medios no fue suficiente para transmitir el mensaje. Esto es más que ciclismo, un deporte lleno de riesgos. Ahora sólo hay una cosa segura: un ciclista como yo fue dejado morir solo durante más de una hora, bajo el frío y la lluvia. Y eso durante la carrera más importante del año”

“Me gustaría pedirte disculpas, Muriel. Porque yo también tuve la oportunidad de hacer oír mi voz, pero no lo hice. Al parecer, las personas en los controles no dan suficiente importancia a nuestra seguridad. La vida de los ciclistas no importa. Es por eso que extiendo mi más sentido pésame a la familia de Muriel, pero debo disculparme. Y también es necesario pedirte disculpas, Muriel. Como tienes 18 años, deberías disfrutar de la vida ahora. Por eso me siento especialmente culpable de que, como ciclistas, no hayamos hablado antes de situaciones peligrosas. Espero que podamos podemos evitar este tipo de situaciones en el futuro. ¿Mi deseo? Que el mayor número posible de ciclistas comparta este mensaje, de esta manera todos podemos hacer que el deporte de nuestros corazones sea un poco más seguro”.

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