Hay acuerdo para la fusión de Jumbo y Soudal en 2024

¿Se imaginan una unión entre los Bulls de Michael Jordan y los Lakers de Magic Johnson? Suena impensable que algo así pueda suceder en cualquier deporte, pero un acuerdo de semejante magnitud está muy cerca de sacudir los cimientos del ciclismo. A última hora del pasado domingo, el portal neerlandés WielerFlits publicó una información que AS ha podido confirmar: el Jumbo y el Soudal-QuickStep se fusionarán en un solo equipo. Por si este terremoto fuera poco, tal como ha sabido este diario, el acuerdo se haría efectivo para la temporada 2024, por lo que no habría que esperar demasiado para ver este próximo superequipo en acción, que a priori contará con Visma y Soudal como principales espónsores.

La fusión no sólo supondría una nueva jerarquía en la élite del ciclismo, fruto de la unión de dos de los equipos más potentes del World Tour, sino un portazo en toda regla a los saudíes, que merodeaban con potenciar uno de los importantes proyectos de este deporte con sus petrodólares. Jumbo, cadena de supermercados de los Países Bajos, advirtió de que dejaría de ser patrocinador principal del equipo neerlandés el año que viene, mientras que el Soudal buscaba mejorar su músculo económico para fortalecer la plantilla y, a su vez, satisfacer las necesidades de su estrella, Remco Evenepoel, con mejores gregarios.

De la necesidad surgieron los contactos entre las altas esferas de ambos equipos a lo largo de la presente temporada. Entre las sombras, de forma silenciosa, alejados de miradas indiscretas. “Es cuestión de tiempo”, como señaló WielerFlits. El acuerdo de esta fusión win to win es total y únicamente quedan unos flecos por resolver. El principal atañe directamente tanto a personal técnico de ambos equipos como a los propios corredores. La fusión hace que, por razones obvias, sobre gente. Para 2024, entre Jumbo (27 ciclistas, aunque con Hessmann apartado por su positivo) y Soudal (23) suman un total de 50 corredores, por lo que deberían deshacerse de 20 para cumplir con el máximo de 30 permitido en el World Tour. Los escenarios van desde la carta de libertad para los ciclistas en cuestión, hasta el pago correspondiente de los años de contrato restantes de cada uno de ellos.

Por último, existe una tercera opción. Al perderse una de las dos licencias UCI tras la fusión, los corredores de uno de los dos equipos (el que sea ‘absorbido’) quedarían libres para negociar con quienes quisiesen, siempre y cuando sus actuales contratos contengan una cláusula que contemple este supuesto. Esto conduce a la pregunta del millón: ¿estarán dispuestos todos los ‘gallos’ a compartir el mismo corral? De los cuatro magníficos, parece que Vingegaard y Van Aert son inamovibles, pero existen dudas con Roglic y Evenepoel. El belga ya estuvo a punto de firmar por Ineos antes de que se conociese esta operación, mientras que el esloveno, que vuelve a tener en el punto de mira el Tour de Francia, tendría más complicado todavía su liderazgo tras esta unión. Ante esta situación, Lidl-Trek e Ineos ya están llamando a la puerta con la intención de seducir a Roglic.

Estrellas por doquier

Veremos cómo sale del paso el nuevo superequipo para gestionar esta bomba de relojería de egos por la que, dicho sea de paso, muchos dirigentes suspirarían. Además de los cuatro corredores mencionados, nombres de la talla de Van Baarle, Asgreen, Laporte, Kuss, Alaphilippe, Landa, Merlier, Kooij o Jorgenson podrían dar lugar a un dominio jamás visto en la historia del ciclismo. Respecto al organigrama, la intención es que Zdenek Bakala, empresario inversor y filántropo checo que es propietario del Quick-Step desde 2011, continúe en lo más alto de la pirámide de mando. Justo por debajo, como mano derecha, estarían tanto Patrick Lefevere como Merijn Zeeman. Ya sólo queda esperar para ver con nuestros propios ojos una creación que puede marcar un antes y un después en la historia del ciclismo.