Ezequiel Mosquera: “Si hubiese sido ciclista, también me habría bajado”
Ezequiel Mosquera (Teo, 47 años) hace balance de una segunda edición de O Gran Camiño que salió adelante a pesar del frío y la nieve. “Estoy agradecido a los corredores”, señala.
Hace ya doce años de las últimas pedaladas como ciclista profesional de Ezequiel Mosquera (Teo, 47 años), con aquel mítico desenlace de La Vuelta 2010 en el que llevó a Vincenzo Nibali al límite en el estreno de la Bola del Mundo. Ahora, tras pasar página de la sanción de dos años que tuvo que cumplir por un resultado anómalo en un control antidopaje y de la que fue absuelto por la Audiencia Nacional en 2015 por un defecto de forma, el gallego lleva varios años centrado, como mandamás de la empresa organizadora Emesport, en sus labores de director de la O Gran Camiño. En su segunda edición disputada la pasada semana, la ronda gallega demostró un grandísimo potencial en el futuro del que Mosquera habla en AS, además de mostrar su apoyo a los corredores por su profesionalidad pese a la adversa climatología.
-¿Está satisfecho con el desenlace de O Gran Camiño? ¿Cuál es su balance?
-Sí, por supuesto. Y, de alguna manera, quería tener una oportunidad de expresarle mi agradecimiento a los corredores. Ya se lo hice su día, pero en circunstancias así, además de que muchas veces agradezco a los equipos o a toda la gente que sacó para adelante el evento, al final ellos fueron los que sufrieron el clima y quería expresarlo públicamente.
-Tiene mérito sacar adelante una carrera que se puso tan complicada por la nieve y el frío.
-Todo lo que tuvimos de cara el año pasado se puso este año de frente. Al final, aunque en la primera etapa ya habíamos pasado lo peor, la verdad es que fue tan rápido y tan repentino que casi no dio tiempo a nada. El tercer día fue más tenso todo, encima con el precedente de la primera etapa. Como realizadores, tampoco queríamos hacer nada que fuera en contra de los intereses de todos y de los equipos. Tuvimos esa negociación y, afortunadamente, la etapa salió bien para lo que pudo ser.
-¿Preocupa para futuras ediciones que los corredores sentaran un precedente peligroso al bajarse de la bicicleta para que la etapa se cancelase?
-La sensación que tengo es que no. Hay una cosa muy importante, que yo en los autobuses el día siguiente fui un poco a palpar la sensación de los equipos y a pedir disculpas. Al final, apenas tuve que disculparme porque ellos mismos casi se disculpaban conmigo por haberse bajado. Hay situaciones en las que creo que el organizador debe estar al lado del corredor y en este caso yo como ciclista probablemente me hubiera bajado también. Es cierto que fue muy repentino, hicimos toda la etapa con temperaturas bajas pero con sol y en 20 km se empezó a torcer. Una vez pasamos por meta la primera vez, todo se volvió dramático por momentos. Era imposible seguir, había quien quería continuar, había quien no. Son decisiones que hay que tomar en consenso con los comisarios y al final eso se complicó en cuestión de minutos.
-Para evitar este tipo de situaciones, ¿barajan mover la carrera a otras fechas?
-De Galicia no me da miedo la nieve, sino la lluvia y el viento. La nieve no es lo habitual aquí, estamos con una ola de frío que está afectando a toda España. Cambiar de fechas es peligroso, es complicado buscar otra fecha porque el calendario está muy saturado con grandes pruebas y cuando quieres entrar tienes que una: hacerlo muy bien; y otra, buscar tu hueco y hacerte fuerte en tu hueco. Puede hacer mal tiempo, pero no dramático como estos días.
-¿Es posible que la carrera ascienda a categoría .Pro en 2024?
-Esa posibilidad ya la tuvimos sobre la mesa en 2022. De hecho, es algo que volveremos a pedir (a la UCI). Hay una cosa que creemos evidente y que los equipos lo confirman, y lo que dicen es que no escatimamos en recursos a nivel de producción, no sólo audiovisual, sino a todos los niveles. No queremos ser una carrera pequeña, tenemos medios físicos, humanos, ilusión y territorio para tener una carrera grande.
-Vingegaard ya adelantó que le gustaría repetir el año que viene.
-Sí, nosotros le recibiríamos con los brazos abiertos. La producción de la carrera, que entiendo que le gustó, será bastante mejor. Que él, como ganador, hablara así de la carrera, nos motiva y nos da el caché que necesitamos para ascender de categoría, que es un objetivo evidente que tenemos, no por la categoría en sí, sino por los puntos. Ahora mismo, en líneas generales, las vueltas están devaluadas frente a las clásicas: una clásica 2.1 vale 120 puntos y una vuelta también, una clásica 2.1 vale 120 puntos, una etapa 2.1 son 14... Alguno me comentaba que igual tengo que hacer cuatro clásicas en Galicia, pero yo no creo en ese concepto, en España somos un país de vueltas y tenemos que ponerlas en valor.
-Pensando en la próxima edición, ¿es viable que se unan a la lista otros grandes nombres como el de Pogacar?
-Cuantos más vengan de estos corredores, mejor. Sí es cierto que encajamos la carrera en estas fecha por un motivo, y es aprovechar que las estructuras ya están en España (por la pretemporada) y que se queden mientras no viajan las clásicas. También para que sirva de preparación a carreras grandes como París-Niza y Tirreno. Si quieres preparar una París-Niza, no haces nada en los adoquines de Bélgica. Tenemos mejor clima que en Centro Europa y un territorio para hacer virguerías. En cualquier provincia puedo hacer cualquier tipo de etapa: de montaña, crono... Etapas de estas que crean afición, y la afición no está en las supercarreteras de Arabia Saudí. La afición hay que crearla y se genera a base de elaborar muy bien los recorridos.