El Movistar lo intenta, el AG2R remata en Romandía

El Movistar Team puso las ganas, el corazón, la intención. El Decathlon AG2R, la pegada, el remate. Dos equipos que históricamente estaban a años luz de distancia, con los telefónicos instalados en la zona noble del ciclismo, pero que ahora viven realidades opuestas. El Movistar arrastra una sequía desde principios de temporada, cuando su contador de victorias se detuvo en cuatro. La escuadra francesa, cada vez más lanzada, consiguió este miércoles su undécimo triunfo de la temporada, lo que le convierte en el sexto equipo con más triunfos del año (sólo UAE, Visma, Lidl-Trek, Israel y Soudal están por delante).

Además, lo logró a lo grande, con un doblete de Dorian Godon y Andrea Vendrame en la primera etapa del Tour de Romandía. El conjunto telefónico tiró durante muchos kilómetros con la intención de brindarle el triunfo a Alex Aranburu, pero el vasco, que no alza los brazos desde el Tour de Limousin 2022, pasó desapercibido en el esprint. Un ‘quiero y no puedo’. La general pasa a estar comandada por el propio Godon, lugar del que bajó al neerlandés Maikel Zijlaard, ganador del prólogo.

Una resaca de las Ardenas. Eso fue lo que ofrecía la primera etapa en línea de esta 77ª edición de la ronda suiza. Y es que a lo largo de los 165,7 km que componían el recorrido, los corredores debían afrontar un total de seis pequeñas cotas entre los 700 metros y los 4,2 km como máximo. Un formato de lo más explosivo que permitía varios escenarios posibles. Uno de ellos era el de que triunfase una fuga. No sucedió, pero el sexteto que resistió en cabeza de carrera durante gran parte del día hizo sudar la gota gorda al pelotón, con Rosskopf, Herregodts, Gamper, Hollmann, Masnada y el español Raúl García Pierna.

El pulso entre ellos y el lote fue tan intenso como entretenido. No se decidió hasta los últimos kilómetros, cuando el equipo Movistar decidió poner toda la carne el asador con la intención de pelear el triunfo de etapa. Indirectamente, frustraron la aventura de un García Pierna que sonó con fuerza para recalar en la estructura telefónica antes de decidirse definitivamente por el Arkéa. En Arconciel, última subida (1,8 km al 7,3% de media), la fuga claudicó, fruto de un ataque de Julian Alaphilippe que acercó al resto de pelotón. El francés, con más corazón que piernas, no consiguió abrir hueco. Todo se resolvió al esprint, en el que los hombres del AG2R impusieron su punta de velocidad. Este jueves, segunda etapa con el final en alto de Les Marecottes: 7,6 km al 7,5%. Momento para los favoritos.

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