El Illes Balears Arabay echa a rodar
El nuevo equipo español, de categoría Continental, habla con AS de su ilusionante proyecto en su día de medios organizado en Madrid. Lluís Mas, su director.
Kilómetro cero de Madrid. Casualidades del destino, a escasos metros de ese emblemático lugar, había otro punto de partida, el de un nuevo e ilusionante proyecto del ciclismo español: el Illes Balears Arabay. Después de cuatro años de batallas en el campo amateur, el proyecto balear ya es una realidad en el campo profesional, donde hace escasos días hizo su puesta de largo en la Clásica a la Comunitat Valenciana. La base, con doce corredores y las invitaciones aseguradas a gran parte del calendario español, con lo que esperan cubrir unos 60 días de competición en esta temporada, dispara la ilusión.
Todo ello quedó reflejado en la cafetería Arabay (patrocinador principal del equipo junto al gobierno balear) de la capital, escenario del encuentro con los medios de comunicación, entre los que estuvo AS. “Es importante para las Islas Baleares volver a tener un equipo profesional en una tierra que respira ciclismo. Se trata de un proyecto a largo plazo, que tiene como objetivo que los corredores locales puedan llegar a competir en el campo profesional”, explicó Toni Vallcaneras, gerente de la escuadra, sobre la motivación que impulsó la creación de un equipo en el que experimentadas figuras como Julen Amezqueta y Alex Molenaar serán una referencia para jóvenes debutantes en la élite como Pau Llaneras, hijo de la leyenda española de la pista, Joan Llaneras.
Aunque para experiencia, la que aportará Lluís Mas, director deportivo del equipo que se enrola en esta nueva aventura tras colgar retirarse al término de la pasada temporada en las filas del Movistar. “La verdad que se hace raro ver el ciclismo desde el coche. Estoy muy contento y me encontré a gusto en los dos primeros días de competición. Esperemos mejorar día a día”, explicó para AS el de Ses Salines, además de detallar los objetivos de la escuadra para sus primeros pasos en la élite: “Asentar el equipo en la categoría, que los corredores muestren regularidad en las competiciones. Y, ante todo, visibilidad, que es lo que tenemos que vender. Las clasificaciones secundarias serán muy importantes para nosotros, sin dejar de lado la lucha por las victorias”.
Esos éxitos serán fundamentales para que el crecimiento del equipo siga los plazos marcados, aunque no será nada sencillo. En este trienio, la UCI estableció un nuevo criterio de invitaciones para las citas del World Tour (40 mejores del ranking en 2025 y los 30 primeros en 2026), por el que se reducen notablemente las opciones de participación que los equipos modestos han recibido históricamente para tomar la salida en las mejores carreras del mundo. “Nos preocupa. Igual podemos subir a categoría Pro Team en dos años si ese presupuesto aumenta con los patrocinadores, pero tienes que poder conseguir esos ciclistas que te den los puntos necesarios. Las normas actuales van un poco en contra de los modestos, porque es imposible potenciar los nuevos equipos. Trabajaremos para que el Illes Balears funcione y ganarnos el top-30 para estar en las competiciones españolas”, analizó Mas. Que así sea.
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