¿Divorcio de Pidcock e Ineos?: el Q36.5, al acecho

Se avecina un nuevo culebrón en el ciclismo, cuyo protagonista tiene nombre y apellidos: Tom Pidcock. Desde hace un par de semanas, las informaciones de un posible cambio de aires del británico (25 años) de cara a la próxima temporada no han parado de intensificarse, pero justo el pasado viernes, a las puertas del Giro de Lombardía, llegó un punto de inflexión. En una publicación de Instagram, el propio Pidcock revelaba que se había quedado fuera del equipo a última hora para el quinto Monumento de la temporada, alimentando la posibilidad de que su relación con el Ineos está en su peor momento.

“Justo cuando las cosas estaban mejorando después de un final de año turbulento, mañana (por hoy) soy deseleccionado para Lombardía. ¡Estoy en muy buena forma y tenía muchas ganas de hacerlo! Buena suerte a los chicos, supongo que la pretemporada empieza temprano. Gracias por el apoyo de todos, incluso en los tiempos difíciles”, confesaba el británico sobre una cuestionable decisión técnica por parte del Ineos, en tiempo y forma, ya que precisamente Pidcock llegaba con muy buenas sensaciones a la ‘Clásica de las Hojas Muertas’ tras ser 2º, solo por detrás de Pogacar, en el Giro de la Emilia.

Así las cosas, el enrarecido ambiente deja una comprometida situación para Pidcock en el futuro más inmediato. Todavía tiene contrato con Ineos hasta 2027, pero no son pocos los equipos que pretenden ficharle, máxime en el contexto actual. Son pocas las escuadras que hoy en día podrían romper un vínculo de tres temporadas restantes entre corredor y equipo, pero una de ellas, la que más ha sonado en las últimas fechas, es el Q36.5. El equipo suizo, muy interesado en el británico, es uno de los proyectos más ambiciosos de la actualidad, firme candidato a ingresar en el World Tour en años venideros y con un poderío económico sumamente elevado, pero también se situaría en la pole por fichar a Pidcock por varias razones.

El máximo inversor del Q36.5 es el sudafricano Ivan Glasenberg, magnate multimillonario cuyo patrimonio ronda los 9.000 millones de dólares, según la revista Forbes. Glasenberg es un apasionado del ciclismo, y aunque no hay confirmación oficial por parte de la marca, habría comprado Pinarello en 2023 por unos 200 millones de euros, según La Gazzetta dello Sport. Este movimiento podría resultar fundamental para seducir a Pidcock, que siempre ha mostrado apego públicamente por el fabricante italiano (ha sido campeón del mundo de CX, y mundial y olímpico de MTB con esta marca). Actualmente, el Q36.5 utiliza bicicletas Scott, uno de sus patrocinadores, pero el cambio de montura, con Glasenberg como jefe de operaciones en ambos frentes, no debería suponer un problema.

Por el momento, tanto Pidcock como su propio entorno se mantienen enigmáticos. Su representante, Andrew McQuaid, descartó que el contrato del británico con Ineos hubiese terminado con su exclusión de Lombardía, decisión que el propio Ineos le comunicó al ciclista el pasado jueves, según confirma a AS el propio McQuaid: “No hay mucho que pueda añadir. Le deseleccionaron el jueves por la tarde y no le dieron una razón”. Como hemos comentado, el tema económico no sería un problema para el Q36.5, a pesar de que Pidcock se encuentra entre los diez corredores mejores pagados del planeta, a razón de los 2,7 millones de euros que percibe por temporada. En lo deportivo, liderar una escuadra como gran estrella, con el respaldo de potentes marcas (Glasenberg también compró Amacx, empresa holandesa de nutrición deportiva, además de financiar a SRM, medidores de potencia), también supone una propuesta de lo más atractiva. Culebrón a la vista.

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