“Creo que el bosque de Arenberg es una vergüenza para la París-Roubaix”

La disputa de la París-Roubaix nos dejó, además de la exhibición del Alpecin-Deceuninck con el doblete logrado por Mathieu Van der Poel y Jasper Philipsen, una exigente prueba en la que de nuevo se demostró por qué se le llama el ‘Infierno del Norte’.

Un infierno que muchos corredores sufrieron en sus propias carnes en forma de caídas y una de las más masivas tuvo lugar en uno de los tramos más emblemáticos de la prueba, el Bosque de Arenberg, donde poco después de entrar se produjo una montonera en la que se vieron afectados ciclistas como Kasper Asgreen o el campeón el año pasado, Dylan Van Baarle, que sufrió fracturas en su mano y en el hombro, además de heridas en la cara en este percance.

Una caída que hizo que el exciclista Stijn Steels criticase con dureza en el podcast De Tribune de Sporza que la París-Roubaix pase por el bosque de Arenberg cuando el pelotón aún rueda agrupado en la carrera. “Un pelotón entero rueda a 60 km/h cuando entra al bosque en el que ya de por sí es difícil seguir recto sobre esas piedras. A la mínima mala maniobra, todos se pueden ir al suelo en una caída. Estoy en contra de que la carrera pase por el Bosque de Arenberg. Es una vergüenza para la carrera, porque vas a mucha velocidad, te caes y luego te rompes cosas. En el Bosque de Arenberg tienes muy poco que ganar, sólo puedes perder. En un monumento para el que llevas meses preparáandote no deberías buscar un peligro adicional”

El propio Steels reveló un episodio que vivió en la París-Roubaix 2016, cuando se fue al suelo en este tramo. “Mitchell Docker estaba en el suelo en ese momento y no pude ver su rostro. Tenía los dientes rotos, la ceja rota, la lengua desgarrada... ¿Qué diablos estamos haciendo? Si se pusiera más adelante el tramo, sería mejor, porque ya se habría hecho la selección”.

Steels asegura que no quiere que se suprima el Bosque de Arenberg en la carrera, sino que el paso por el mismo sea en sentido contrario para evitar accidentes graves. “El Bosque de Arenberg y París-Roubaix no pueden existir el uno sin el otro, así que lo podrían hacer en sentido opuesto. Creo que se hizo así tras la caída de Museeuw. Lo pasas y mantienes este tramo difícil, pero picando hacia arriba se vuelve más seguro. Creo que cada año las carreras se destruyen”.