Carlos Verona: “Levantar los brazos en una grande es un objetivo”
El ciclista madrileño (31 años) inicia una nueva etapa con el equipo Lidl-Trek tras pasar los últimos cinco años en el Movistar. En la concentración de Calpe habla con AS.
Carlos Verona (31 años, San Lorenzo de El Escorial) está como un niño con zapatos nuevos. Atiende a AS el segundo día de trabajo desde la concentración de su nuevo equipo, el Lidl-Trek, en Calpe (Alicante). Sus ojos denotan ilusión por lo que tiene por delante después de cinco años en el Movistar que quizás se hayan hecho demasiado largos. El madrileño asegura que llega “para ayudar al equipo” aunque no esconde que ganar una etapa en una grande es uno de sus objetivos en 2024. El no tener un jefe de filas específico, como pudieran ser Nairo Quintana o Enric Mas en su día, le podría dar más libertad para intentarlo en la montaña, su especialidad.
—¿Cómo va su adaptación después de cinco años en Movistar?
—Muchos cambios, estímulos nuevos… Este es un equipo muy grande: tenemos aquí el equipo de chicas, el equipo continental, nuestro equipo… y próximamente vendrá el equipo de mountain bike. Somos 28 corredores UCI, 14 del equipo continental y 18 chicas. Estamos aquí en el hotel 150 personas. Ahora, conociendo gente, más caras desconocidas que conocidas, pero en ello estamos. Estos primeros días son diferentes.
—De momento ha estado más con los medios que entrenando…
—Sí, estos primeros días tenemos los ‘marketing days’ que llaman, entrevistas, fotos con patrocinadores... Luego están las pruebas de esfuerzo, cada uno tiene su calendario. Una vez que acabe todo esto, nos centraremos en entrenar, haremos los diferentes grupos: nos dividiremos por escaladores, gente que disputa clásicas y sprinters.
—¿Tener a un español como Juanpe López en el equipo ayuda?
—Sí, siempre va bien. En Estados Unidos estuvo con él en la habitación, aquí no, aquí estoy con Bernard, un francés. Pero bueno, yo estoy acostumbrado a estar con extranjeros. Cuando empecé muy jovencito en el Quick-Step era el único español y esto no es algo que me dé mucho vértigo.
—¿Cómo fue lo de su fichaje frustrado por Ineos?
—Fue un poco extraño todo. Yo pensaba que iba a ir para allá. Lo teníamos acordado desde principio de año porque además yo rechacé una oferta de renovación de Movistar por el Ineos precisamente. Pero no sé qué pasó al final. Fue un año un poco raro: el Quick-Step, lo de Carlos (Rodríguez)… Han pasado cosas que la gente que estamos aquí dentro nos hemos enterado de la misa la mitad… y aproximadamente a mitad de julio me dijeron que se caía lo del Ineos.
—¿Qué tiene que ver el caso de Carlos Rodríguez con el suyo?
—No tuvo nada que ver. Creo que tendrá que ver con las estructuras. La verdad es que no lo sé porque realmente no me dieron ninguna explicación. Me tocó buscar equipo bastante tarde. Y tuve la suerte que Lidl-Trek tenía las últimas tres plazas libres. Y poder entrar aquí fue un golpe de suerte porque es verdad que tenía opciones de seguir en Movistar también, pero ya estaba mentalizado de hacer un cambio. Y encontrar un equipo como el Lidl-Trek que al final siempre ha sido un equipo que había querido venir.
—Comentó en Estados Unidos que había encontrado en Lidl-Trek “mucha inversión en rendimiento”. ¿Podría concretar un poco a qué se refería?
—Hay una ambición grande. El equipo quiere convertirse en el número uno del mundo a medio-largo plazo. Y para ellos hay que invertir no sólo en buenos corredores, sino en la infraestructura que hay detrás: entrenamiento, nutrición, concentraciones en altura, el equipo de desarrollo… Tenemos la suerte de tener muchas herramientas y esto va a facilitar que nos potencien más. Lidl-Trek será ahora mismo uno de los equipos punteros en presupuesto y esto, como corredor, te ofrece más medios y te permite centrarte en lo tuyo.
—A simple vista se ve que este es un megaproyecto. Pero al final no ha llegado ningún corredor de los ‘gallos’ del pelotón…
—Al final no todo se puede hacer de la noche a la mañana. El patrocinio de Lidl se anunció en el Tour. Y muchos corredores del top-5, los ‘gallos’ que comentas, están bastante blindados. Que Roglic se liberara fue algo que nadie esperaba y finalmente se decantó por Bora. Sé que hubo conversaciones, pero él decidió finalizarlas y el equipo seguirá fichando. Bueno, ahora han fichado a Philipsen, campeón del Mundo junior… y cuando haya la posibilidad de fichar a un gran líder estamos en disposición de hacerlo.
—Le tengo que preguntar por las declaraciones de su excompañero Matteo Jorgenson, que criticó los métodos de Movistar…
—Movistar tiene una filosofía muy clara y es hacer las cosas bien pero más simples. Y creo que ha funcionado. El equipo lleva 40 años y esto es por algo. En el ciclismo hay cosas que han cambiado muy rápidamente y a lo mejor Movistar no lo ha hecho de manera tan rápida. Pero bueno, es un equipo con muchas fortalezas y está bien que mantenga su personalidad. No tiene por qué ser como los demás. Como corredor te dejan libertad para hacer tu preparación. Y esto también es bueno. No a todos los corredores les gusta entrar en una disciplina de equipo en la que pesar la comida, por ejemplo… Lo importante es rendir. Yo siempre pongo el ejemplo de Alejandro Valverde. Él preparaba las carreras en su casa, rendía como el que más y nadie le podía reclamar nada. Esta filosofía más tranquila, igual para muchos corredores funciona. Pero otros, como Matteo, querían algo más y esto es lo que buscaba.
—El hecho de que no haya llegado ningún líder al equipo le dará un poco más de libertad en la montaña que la que tenía en Movistar, donde siempre tuvo que estar al lado de Quintana o Enric Mas.
—No hemos hablado aún ni de calendario, pero Lidl-Trek se caracteriza por tener una filosofía muy agresiva en carrera y estar muy presente. No ser uno más. Y esto es algo que a mí me puede ayudar y podré ir algo más al ataque. Esto en Movistar lo he hecho en contadas ocasiones porque allí era una forma diferente de afrontar las carreras. Si allí, en cinco años, he tenido la oportunidad de ganar en Dauphiné y hacer podio tanto en Tour como en la Vuelta, seguramente aquí estaré en disposición de alguna vez más conseguir un buen resultado.
—Se le ve muy ambicioso…
—Es verdad que aquí no hay un gran líder y suelen ir al ataque y a divertirse. Y eso es también lo que me apetece: ir a las carreras a disfrutar, a pasarlo bien, lo importante es dar espectáculo. Si vas por delante, mucho mejor que ir por detrás. Y aquí tendremos esta posibilidad.
—¿Qué objetivos a nivel personal se plantea para este año?
—Estaría bien levantar los brazos en una grande. Sería un sueño cumplido. Ya he estado cerca y creo que con confianza y yendo a por ello lo puedo lograr. Cuando estuve ahí, tanto en Tour como en la Vuelta, fue sin buscarlo. Y buscándolo, con esa determinación que a lo mejor me ha faltado, pues puedo conseguirlo. Esto a nivel individual, aunque mi fortaleza siempre ha sido el trabajo en equipo. Ese ahí donde más puedo aportar y es a lo que vengo.
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