Mikel Azparren: “Después del Euskaltel, el equipo ideal para mí era Q36.5″

“Sí, es el equipo ideal para mí. Va para arriba y me brinda esas cosas que necesito para seguir creciendo”. Es la ilusión que desprende Xabier Mikel Azparren (San Sebastián, 24 años) desde el AlUla Tour en su estreno como nuevo corredor del Q36.5, equipo suizo que se hizo un hueco el año pasado en categoría Pro Team tras comprar la licencia del ya extinto Qhubeka. Después de dar el salto a profesional con el Euskaltel, equipo de casa del que formó parte durante tres temporadas, el vasco cambia de aires en una estructura completamente distinta, pero perfecta para él: “Euskaltel me dio todo lo que podía dar de cara a seguir creciendo y evolucionando. También quería conocer un equipo distinto, más internacional. De las opciones que tenía, este era el proyecto que más me convencía”.

Para la única temporada que ha firmado, por el momento, tendrá una adaptación un poquito más sencilla al compartir equipo con españoles como Marcel Camprubi (22 años), David de la Cruz (34), también recién llegado, y Alexandre Sans como director deportivo. También contará con la simpatía natural de Édgar, mecánico valenciano que destaca la filosofía del equipo: “Todos somos iguales”. Eso sí, como confirma Azparren, siempre con la ambición colectiva que caracteriza a esta nueva escuadra: “Es un proyecto en crecimiento, ambicioso, que quiere volver a ser World Tour. Lo que me estoy encontrando me tiene muy satisfecho y creo que ha sido una decisión acertada”.

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Bajo la mirada de un campeón

El desarrollo del Q36.5, 23º del ranking UCI el año pasado, transcurrirá bajo la atenta mirada de todo un campeón de este deporte. Y no uno cualquiera: Vincenzo Nibali. El ganador de Giro, Tour y La Vuelta forma parte del equipo en labores de embajador y asesor técnico, cuya aportación siempre será de gran valor para Azparren y sus compañeros: “Todo lo que él nos pueda ofrecer como el gran ciclista que fue y es, será muy enriquecedor para nosotros”. Lo que no depende de él son las invitaciones a las grandes vueltas, una puerta que en 2024 está prácticamente cerrada (no tienen invitación para el Giro ni el Tour). “Estamos tranquilos. Es algo que ya estaba dentro de nuestros planes. Seguimos con esa pequeña ilusión de intentar estar en La Vuelta por invitación. Si no es este año, seguro que será en alguna otra grande. El equipo no se vuelve loco en caso de quedarse fuera. Seguramente cuando lleguemos a una gran vuelta tendremos todavía mejor equipo”, asegura Azparren.

Por el momento, que no es poco, toca pensar en progresar como ciclista. “Tengo que trabajar mucho, no soy un gran talento como otros. A base de esfuerzo y de estar en un equipo como este podré estar luchando por etapas y dar alegrías a la afición”, explica Azparren sobre unos objetivos que podrían llevarle a repetir presencia con la Selección tras ser el único que dio la cara el año pasado en la prueba contrarreloj del Mundial en una convocatoria plagada de ausencias: “Sí, por lo del año pasado es más fácil (que repita). Soy alguien conocido para el equipo nacional y que puede hacer un buen trabajo para los líderes. También tengo ese punto de la contrarreloj, así que sería ilusionante estar tanto en el Mundial como en el Europeo. Ya no te digo soñar con los Juegos Olímpicos…”. En el Q36.5 se piensa en grande.

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