Así quedaron las manos de Sam Watson tras su esfuerzo en París-Roubaix
El ciclista británico mostró cómo quedaron sus manos tras la disputa del ‘infierno del Norte’ donde, al igual que otros ciclistas, compitió sin guantes.
Un año más la París-Roubaix demostró por qué es la carrera de un día en carretera más dura del mundo gracias a sus exigentes y duros tramos de pavés, que convirtieron de nuevo la carrera en el ‘Infierno del Norte’.
Un infierno que también dejó secuelas entre los corredores en forma de averías, numerosas caídas... y también en el propio desgaste de la carrera tras 256 kilómetros, con 55 de ellos rodando sobre adoquines.
El equipo Groupama-FDJ compartió una foto de cómo quedaron las manos de Sam Watson tras la disputa de la prueba, en la que compitió sin guantes.
Pese a las tiras de esparadrapo que se puso en los dedos, Watson no pudo evitar que le salieran ampollas en la palma de sus manos a causa del roce con el manillar y la fuerza empleada para mantener la bicicleta ante las vibraciones en los tramos de pavés.
Unas ampollas que también dejaron marcas de sangre en el manillar de Watson en una muestra más del titánico esfuerzo realizado por los corredores en una París-Roubaix en la que se impuso un Mathieu Van der Poel... que también corrió sin guantes durante la carrera.