Pogacar gana la etapa reina en Livigno y sentencia el Giro con otro recital

En su día, Larry Bird dijo haber visto a Dios disfrazado de jugador de baloncesto, camuflado en la figura de Michael Jordan. Hoy, tocó el disfraz de ciclista. Hasta Livigno, a 2.385 metros de altitud, bajó del Olimpo Tadej Pogacar para imponerse en la etapa reina del Giro de Italia, un tappone de más de 6 horas sobre la bicicleta que la maglia rosa convirtió en un entrenamiento de calidad de cara al Tour de Francia, la segunda parada del ambicioso reto que se ha planteado esta temporada. La primera parte ya la tiene resuelta tras firmar su cuarto triunfo en una Corsa Rosa en la que no tiene rival. No le hacía falta, pero sobre ese fondo blanco de nieve alpina, el esloveno quería ganar a lo campeón.

Un ataque a 15 km de meta le fue suficiente para marcharse de sus rivales sin pestañear, superar a todos los fugados con una facilidad pasmosa y batir en los últimos compases a un renacido Nairo Quintana que marchaba en cabeza. Las diferencias con sus rivales son ya definitivas con toda la tercera semana por delante, por lo que sólo una desgracia de mayúsculas proporciones puede arrebatarle su primer trofeo Senza Fine: salvo Thomas (6:41), Martínez (6:56), O’Connor (7:43), Tiberi (9:26) y Arensman (9:45), el resto de corredores de la ronda italiana están a más de 10 minutos de la maglia rosa, del rey del ciclismo. Game over.

“Llevo todo el Giro esperando esta etapa”. Así de rotundo, claro y conciso se mostraba Pogacar esta mañana ante los medios en zona mixta. Como ya hiciera esta temporada en carreras como la Strade Bianche, no le importaba lo más mínimo anunciar su plan a los cuatro vientos. Con 222 km y 5.400 metros de desnivel positivo, era de esperar que hubiera movimiento desde bien temprano. En primera instancia, una decena de corredores abrió hueco respecto a un pelotón al que se le complicaba el control en poco tiempo. Rápidamente, se formaba un grupo perseguidor de más de 40 ciclistas, donde entraban corredores de calidad, como Foss, Narváez, Schachmann, Pithie, Bagioli, Quintana, Alaphilippe, Vansevenant, Plapp, Tratnik y Juanpe López, Pelayo Sánchez y Fran Muñoz en representación española.

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Con el paso de los kilómetros y los dos primeros puertos completados, de un total de cinco, la carrera se estabilizó y dejó una lectura difícil de interpretar. Michael Storer, que había entrado en fuga como el mejor clasificado de la general (a 9:11 del líder), obligó a reaccionar al UAE cuando los escapados alcanzaron una renta de 6 minutos. Pero a falta de unos 80 km, en las primeras rampas del Mortirolo, el equipo emiratí levantó el pie del acelerador. Contra todo pronóstico, no hubo intención de endurecer el ritmo por parte de los compañeros de Pogacar, y por delante aún soñaban con la victoria. Pellizzari, Scaroni y Conci, coronaban con 4:30 de ventaja. Las expectativas estuvieron muy por encima de la realidad.

El show de Pogi

Quedaba la traca final. Llegó Foscagno, penúltima ascensión. Y ante el empuje del UAE, que volvía a tomar las riendas, los fugados decidieron apurar sus opciones. El alemán Steinhauser quemó su último cartucho y se marchó en solitario. El resto de sus compañeros de aventura sacó bandera blanca, a excepción de un Quintana que, en la antesala de esa tercera semana a la que tanto había apuntado desde la Grande Partenza, se lanzó a por él. El colombiano consiguió alcanzarle, marcó su ritmo y prontó consiguió liderar la etapa en solitario. En ese momento, el del Movistar disponía de 3 minutos de renta sobre el grupo de favoritos. La brecha sería irrecuperable para cualquier mortal, pero este Giro cuenta con un extraterrestre…

A falta de unos 15 km para el final, Pogacar atacó con furia. No podía aguantarse. Tampoco quería. Pese a la reacción de Dani Martínez, el único de los mortales que intentó seguirle, su ritmo de ascensión era otro nivel. En algunos tramos de Foscagno se le pudo ver con plato grande. Un caníbal. Le quitó las pegatinas a Steinhauser justo antes de coronar, pancarta que unos 40 segundos antes había superado Nairo en cabeza. Tras el breve descenso, Pogi siguió con su ritmo infernal en Livigno, donde superó a Quintana a menos de 2 km para el final. El colombiano, consciente del vendaval que venía por detrás, no pudo ni reaccionar. Nos queda la pelea por el podio, porque el trono de este Giro ya tiene dueño. Y ese es Pogacar.

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Clasificación General

pos ciclista	Equipo	Tiempo
1 Filippo Ganna	IGD	35:02
2 Tadej Pogacar	UAD	+00:29
3 Thymen Arensman	IGD	+01:07
4 Geraint Thomas	IGD	+01:14
5 Luke Plapp	JAY	+01:18
6 Antonio Tiberi	TBV	+01:19
7 Ben O' Connor	DAT	+01:25
8 Tobias Foss	IGD	+01:26
9 Mikkel Bjerg	UAD	+01:28
10 Edoardo Affini	TVL	+01:30

pos ciclista	Equipo	Tiempo
1 Tadej Pogacar	UAD	50h:00:09
2 Geraint Thomas	IGD	+03:41
3 Daniel Martínez	BOH	+03:56
4 Ben O' Connor	DAT	+04:35
5 Antonio Tiberi	TBV	+05:17
6 Thymen Arensman	IGD	+06:30
7 Filippo Zana	JAY	+07:26
8 Romain Bardet	DSM	+07:52
9 Lorenzo Fortunato	AQD	+08:40
10 Alex Baudin	DAT	+08:56

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