Oropa, la mística y la última gesta de Marco Pantani
Se cumplen 25 años de la mítica victoria del ‘Pirata’ en Oropa, donde culminó una remontada épica por culpa de una avería en la cadena de la bicicleta.
Un genio, con un carisma y personalidad arrolladora, de cotas de brillantez legendarias y de desafortunado destino. Así fue la trayectoria deportiva de Marco Pantani, tan corta como intensa. El Pirata, como era popularmente conocido el escalador italiano, consiguió numerosas gestas en el punto álgido de su carrera, especialmente en los grandes escenarios, donde más se motivaba y mejor rendía, bajo presión: Tour de Francia y Giro de Italia. En estas líneas repasaremos una de sus grandes hazañas, que tuvo lugar en la Corsa Rosa de 1999.
“Cuidado, Pantani ha pinchado. Quizá no sea un pinchazo, sino un salto de cadena”. Con las voces de Adriano De Zan y Davide Cassani en la retransmisión de la RAI, daba comienzo una de las historias más inolvidables del ciclismo. El 30 de mayo de 1999, la Corsa Rosa llegaba al Santuario di Oropa, escenario final de la 15ª etapa. Pantani, flamante maglia rosa, sufría un salto de cadena al pie de la ascensión. Por aquel entonces, los rivales no eran indulgentes con las desgracias del líder. Todo lo contrario. Ante esas situaciones, se pasaba a la acción. Pantani lo sufrió en su piel.
Mientras la moto Shimano de asistencia trataba de socorrer a Pantani, los gregarios de sus rivales aceleraban el ritmo ante semejante caramelo. Con casi 1 minuto de pérdida, el ‘Pirata’ iniciaba el abordaje. Todos sus compañeros se descolgaron para ayudarle a reemprender la marcha, pero cuando Marco Velo dijo ‘basta’, llegó la hora de la verdad para el italiano. Todo o nada. Agarrado de la parte baja del manillar, seña de identidad inconfundible, el Pirata arrancó con una furia endiablada. En cuestión de 6 km (de los 11,8 km al 6,2% de media que componen la subida a Oropa), Marco había conseguido lo imposible.
Llegados a ese punto, Pantani había adelantado a 49 corredores, fruto de un ritmo inalcanzable para cualquiera. Un dios entre mortales. Llegó a la zona noble del grupo y, como si de un juego de niños se tratase, dejó atrás, por este orden, a Ivan Gotti, Paolo Savoldelli y Gilberto Simoni. Por delante, sólo Laurent Jalabert le separaba de la gloria. Tardó poco en llegar a la rueda del francés y… ocurrió. Sin mirar atrás, Pantani metió una marcha más y Jalabert sacó bandera blanca. Era imposible luchar. Minutos después, Marco no sólo ganaba la etapa con cierta ventaja, sino que culminaba una de las gestas más impresionantes de todos los tiempos. “No pensaba que los había alcanzado a todos”, reconocía incrédulo.
En breve se cumplirá el 25 aniversario de aquel histórico día, que sirvió para que en 2007 se renombrara la ascensión como Montagna Pantani en su honor, tres años después de su triste fallecimiento. El Santuario di Oropa, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, con su Virgen Negra, volverá a la 107ª edición de la Corsa Rosa con la curiosidad que ello conlleva: el Giro no situaba un final en alto en la segunda etapa desde 1989. Entonces fue el Etna, pero ahora le toca el turno a un Santuario di Oropa que acogerá por séptima vez un final de etapa en la ronda italiana. ¿Quién inscribirá su nombre en territorio del Pirata?
Ganadores en Oropa
CORREDOR | AÑO |
---|---|
Vito Taccone | 1963 |
Massimo Ghirotto | 1993 |
Marco Pantani | 1999 |
Marzio Bruseghin | 2007 |
Enrico Battaglin | 2014 |
Tom Dumoulin | 2017 |