La trampa asturiana

Las curvas, en especial en la primera mitad de la ascensión, cuentan con guardarraíl en el lado derecho. A medida que se avanza en el puerto, la carretera se estrecha y llegan las zonas con más desnivel.

Dos perros acompañaron durante unos metros de la ascensión al Collada Fancuaya a Alicia González, que pudo continuar su marcha sin problemas. En este caso, pertenecían a un ganadero de la zona.

La ascensión permite observar el bonito paisaje asturiano. “La subida es exigente, pero muy bonita. Tiene la dureza suficiente para que haya espectáculo”, reconoce Alicia González, natural de la localidad asturiana de Viella.

La subida atraviesa la localidad de Yernes. Justo pasada esta localidad, aparecen varias de las rampas más exigentes del puerto, alternadas con pequeños descansillos en el terreno. Es una zona tradicionalmente con temperaturas amables.

Las curvas en forma de herradura protagonizan la parte final de la ascensión. “A mí es algo que me ayuda, porque visualmente ves a lo que te enfrentas y así sabes cómo afrontarlo”, destaca Alicia González tras atravesar dicha zona.

La subida, que supera los 1.000 metros respecto al nivel del mar, tiene un gran número de prados, con el verde de color predominante. Los caballos también se alojan en esta zona, donde también abundan las fincas de los ganaderos.

En la cima también se pueden observar bebedores donde las vacas y el resto del ganado se alimentan. Es una zona desconocida para los propios cicloturistas asturianos, y se espera que tras el paso de La Vuelta aumenten las visitas de los aficionados al ciclismo.

Alicia González analiza y desgrana los detalles del Collado Fancuaya nada más llegar a la cima ante las preguntas del redactor de AS, Dani Miranda, y del cámara del mismo medio, José Miguel Buera, con los colores de su equipo, el Movistar Team.

La corredora asturiana, de 27 años, posa baja la atenta mirada de las vacas, alojadas al lado de la carretera. Campeona nacional de ciclocross en 2017, Alicia González lleva en el Movistar femenino desde su fundación, en 2018, y “espera” continuar.