La tercera carrera ciclista por etapas más antigua del planeta, solo por detrás del Tour de Francia y el Giro de Italia, ya rueda. Se presentaba este miércoles en el Institut Nacional d’Educació Física (INEFC) de Montjuïc, Barcelona, la 101ª edición de la Volta a Catalunya, que se disputará entre el 21 y el 27 de este mes de marzo. Con un recorrido entre clásico y novedoso, igual que el aroma que desprenden sus participantes: alguna despedida ilustrísima y la lucha entre grandes corredores del panorama mundial.

Especialmente significativa será la despedida de la Volta por parte de Alejandro Valverde (Movistar), quien la conquistó en tres ocasiones (2007, 2017 y 2018) en sus 12 participaciones y hasta nueve victorias de etapa. Igualmente será la última edición para el también excampeón mundial Philippe Gilbert (Lotto Soudal). Tratará Adam Yates de revalidar su victoria del año pasado, junto a sus compañeros en INEOS Grenadiers Richie Porte, que quedó segundo en 2021, y el vigente campeón olímpico, Richard Carapaz.

Si se cumple con todo el cartel previsto, Nairo Quintana (Arkea-Samsic), ganador en 2016, o Tom Dumoulin (Jumbo-Visma), plata en contrarreloj en Tokio-20, aportarán también competitividad a las carreteras catalanas, donde se pondrán en liza los maillots de la General, la Montaña, al Mejor Joven y al Mejor Catalán, méritos estos dos últimos para los que se postula el emergente Roger Adrià (Ken Pharma).

“La Volta es historia de Catalunya, a la trayectoria de la competición solo han podido detenerla las guerras y la pandemia de la COVID-19”, destacó el emblemático director de la prueba, Rubén Peris, quien puso en valor el “orgullo” de haber sobrepasado el centenar de ediciones y el despliegue de grandes ciclistas del pelotón universal “por las carreteras catalanas”. “Volvemos a reunir a los mejores equipos del mundo, a los 18 UCI Pro-Tour, más otros seis invitados”, toda vez que el séptimo que estaba programado, el ruso Gazprom-Rusvelo, ha quedado excluido de las grandes citas del calendario internacional.

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Del conjuro de La Molina al "icónico" Montjuïc

Tras ocho arranques en Calella, un inicio circular en Sant Feliu de Guíxols (171 kilómetros) y un recorrido entre L’Escala y Perpiñán –la localidad del sur de Francia a la que regresan 67 años después– (202 km) darán paso a una doble etapa de montaña, Perpiñán-La Molina (161 km) –“quien llega primero suele llevarse la general”, subrayó Peris– y La Seu d’Urgell-Boí Taüll (166 km), esta con un puerto final de 14 kilómetros y rampas de hasta el 12 por ciento.

Para velocistas será a priori la larga etapa entre la Pobla de Segur y Vilanova i la Geltrú (206 km), de media montaña la Salou-Cambrils (167 km), para acabar por todo lo alto con un clásico: el recorrido de 138 kilómetros por Barcelona, con hasta seis subidas al Castell de Montjuïc.

“Se trata de uno de los ascensos más icónicos del ciclismo mundial, donde todo puede suceder”, culminó Peris, su director, en su extenso repaso por esta 101ª Volta a Catalunya, que contará con un cartel muy “reivindicativo”, obra de la artista visual Francesca Llopis, con una mujer en el centro de la imagen. Como en la ReVolta, la versión femenina, que contará con una tercera edición, el 29 de mayo, en Sant Cugat del Vallès.