La tercera etapa del Giro salió desde Biella, localidad natal de Giuseppe Acquadro, el agente de corredores más poderoso. De 54 años, montó en bici como aficionado y se dedicó antes a la confitería, el negocio de su familia. Por eso le apodan El pastelero. Se hizo un hueco en el pelotón gracias a Rigoberto Urán, pero empezó su carrera como asesor de Matteo Carrara (profesional con Lampre, Polti o Quick Step), que le pidió consejo legal en 2003. En su cartera figuran los nombres de Egan Bernal, Richard Carapaz, Nairo Quintana o Michal Kwiatkowski. A Bernal le considera “el Cristiano Ronaldo del ciclismo” y el “favorito número uno” a ganar esta edición de la Corsa Rosa: “Sin lesiones, no se le ve ningún punto débil”.

Desde 2019, Acquadro no trabaja con el Movistar, un veto de Eusebio Unzué después de que Carapaz y Andrey Amador se marcharan al Ineos… y que ha empobrecido al equipo español. El italiano no quiere polémicas: “Hicimos negocios durante doce temporadas. Miro al futuro, no al pasado. Si no desea realizar tratos conmigo, peor para él”. El nombre de Iván Ramiro Sosa se ha vinculado al Movistar en los últimos tiempos. Si pretende firmar por la escuadra telefónica para 2022, deberá romper con su representante como exigencia indispensable, como Imanol Erviti y Sergio Samitier. Mientras, Acquadro continúa a la caza de nuevos talentos en pruebas Sub-23.