La prueba de la Copa del Mundo de Ciclocrós en Tabor nos dejó una dura imagen a causa de una caída en la que la neerlandesa Shirin Van Anrooij resultó la más afectada tras sufrir un corte por culpa de un freno de disco.

La joven corredora, campeona del mundo de ciclocrós en categoría junior, se vio envuelta en una caída que se produjo poco después de la salida y en la que se produjo un corte en el antebrazo con el disco de una bicicleta.

En declaraciones recogidas por Sporza Sven Nys, director del Telenet Baloise Lions, el equipo de Van Anrooij relataba así lo sucedido. "Un freno de disco le produjo un corte en el antebrazo. La operarán esta noche (por el domingo). Parece que el corte no ha afectado a músculos o tendones. Está consciente, pero lo peor es que Shirin vio la herida en su brazo. Es una herida abierta y no siente nada en su mano. Perdió mucha sangre".

Pese a la gravedad de la caída, la propia Van Anrooij publicó este lunes por la mañana un mensaje en las redes sociales para tranquilizar a los aficionados. "Me mandaron al hospital tras mi caída durante la Copa del Mundo de Tabor. Me operaron ayer para fijar la profunda herida de mi brazo. Afortunadamente ningún músculo o tendón resultó dañado y sólo me rompí el dedo anular. Seguiré en el hospital durante unos días pero espero volver pronto a las carreras. Muchas gracias por todos los mensajes de ánimo. No sé cuánto tiempo necesitaré para recuperarme pero volveré".

El incidente de Van Anrooij vuelve a poner en el foco de la polémica sobre los frenos de disco y el riesgo que puede suponer estos mecanismos en la competición cuando se produzcan caídas. El español Fran Ventoso ya también sufrió el daño de estos discos tras una caída en la París-Roubaix de 2016 en la que se produjo un corte en la tibia y varios ciclistas y asociaciones han mostrado en varias ocasiones su preocupación ante estos riesgos que puede provocar este innovador mecanismo.