Tom Dumoulin compartió maillot con Georg Preidler durante cinco temporadas. El holandés habló con Cyclingnews en la Tirreno-Adriático sobre la confesión de su exgregario, que se enroló en el Groupama en 2018 y que acaba de abandonar por el caso de dopaje austriaco: “Fuimos muy buenos compañeros de equipo. No lo llamaría un amigo, pero él era un buen escudero para mí. Luego dejó la escuadra y ahora te enteras de esto, es muy raro. Se trata de una sensación extraña. Pasé una mala mañana cuando salieron las noticias”.

Dumoulin dijo que no ha tenido contacto con Preidler desde su confesión, y no pudo explicar lo que le motivó a recurrir al dopaje sanguíneo: “No he hablado con él, así que no lo sabría, sólo puedo adivinarlo. Espero que salga y cuente la historia, cómo sucedió y por qué lo hizo. Pienso que eso sería algo bueno”. El holandés siempre ha mantenido una posición contraria y beligerante con el dopaje, y las últimas novedades han puesto en jaque la fiabilidad de los controles y el pasaporte biológico: “No creo que el dopaje desaparezca del ciclismo ni de los demás deportes, pero deberíamos hacer todo lo posible para evitarlo lo más posible. No hay que ser perezosos con el antidopaje”.