Iván Ramiro Sosa (Androni), de tan solo 20 años, consiguió la mejor victoria de su carrera tras imponerse en la Vuelta a Burgos al también colombiano Miguel Ángel López ganando la etapa definitiva en las Lagunas de Neila con un ataque a 400 metros de meta. Sólo dos segundos separaban a ambos antes del último día de carrera y todo se decidió en la mítico ascensión final. Supermán era favorito, pero la joven promesa (otra más de su país) fue más fuerte.

La numerosa fuga del día, formada tras dos intentos, estuvo formada por diez integrantes con nombres de la talla de Diego Rosa, Ángel Madrazo y José Joaquín Rojas. El pelotón controlaba la situación, sabedor de que todo se decidiría en las Lagunas. Madrazo, King y Rosa buscaron la cabeza al inicio de puerto, rompiendo la fuga, pero el español fue el más fuerte de los tres y se marchó en solitario. Por detrás, los favoritos empezaban a dejarse ver en tramos que llegaban hasta el 17% de pendiente.

En un reducido grupo formado por delante de los favoritos en la general, con Antón, Henao, Zaccanti y Madrazo y Pardilla, saltó este último y se marchó sin acompañantes a dos kilómetros y medio de meta, dando caza rápidamente a Madrazo y buscando una nueva victoria en esta legendaria cima. Fue entonces cuando se movió el líder, Supermán López, cuyo ataque fue respondido por David de la Cruz y Merhawi Kudus. Pardilla se mantenía líder... pero la renta era demasiado pequeña. Fue a falta de 400 metros cuando Sosa, que hasta ese momento no se había movido, saltó y rebasó al español, dejando atrás también a Miguel Ángel López. El del Astana intentó seguir su rueda pero no pudo, teniéndose que conformar con la segunda posición de la etapa y de la general. David de la Cruz completó el podio. De esta forma, esta emergente estrella releva en el palmarés a Mikel Landa, vencedor en 2017.

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