CICLISMO | VUELTA AL PAÍS VASCO

McCarthy se lleva el sprint en una jornada de transición

Todo sigue igual en la general y el líder Alaphilippe hasta lo intentó en la llegada final. Día pesado con el viento molestando de cara.

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McCarthy se lleva el sprint en una jornada de transición
Paulino Oribe

Tregua en la Vuelta al País Vasco, según lo esperado. La tercera etapa puso un paréntesis en la locura de las dos jornadas iniciales y a la espera mañana de la contrarreloj en Lodosa. El viento de cara, las tormentas y la estrecha carretera que daba paso al final en Valdegovía dificultaron esta transición hacia la verdadera miga de la Itzulia. El australiano McCarthy se impuso en una llegada muy desordenada aunque también limpia después de tres kilómetros en línea recta, en la que cada cual se buscó las habichuelas. Cogió la parte de las vallas, a la derecha, para protegerse del aire y se quedó en segundo plano un Matthews que era el gran favorito. Es la segunda victoria de la temporada, tras la del Cadel Evans Ocean Race, para un McCarthy que protagonizó el año pasado un desagradable intercambio de reproches con Valverde y Kwiatkowski en la etapa con llegada a San Sebastián, por entender estos que sacó el codo para cerrarles en el sprint; tuvo que intervenir un ertzaina.

Matthews acabó séptimo, por detrás del propio líder Alaphilippe, que se asomó en busca de premio o de alguna bonificación, pero era difícil remontar y arrojó la toalla. Kwiatkowski también rozó su momento de gloria y el propio Albasini, que nunca regatea esfuerzos en estampas de este tipo. Eso sí, para llegar a este galimatías final hubo que cazar a Alex Aranburu, que obligó a los velocistas a llegar casi con el gancho; quedó absorbido al ciclista del Caja Rural a 500 metros para la raya de meta en un día pesado.

De Gendt, el líder de la montaña movió el arbolito casi cuando se puso a rodar el pelotón en Bermeo. A él se unieron Juul Jensen, Irisarri, Bagües, King, Canty, Smit y Sivakov en una aventura que murió cuando se organizaron para la caza Sunweb, para Matthews, y Astana. En realidad, durante su travesía estuvieron controlados en todo momento, sin dejarles pasar la cota de siete minutos. Palpando que sus opciones de meta eran escasas, la avanzadilla apenas entró a los relevos con convencimiento, andaban como revueltos los ciclistas bajando al coche del director deportivo y subiendo, mirando a un lado y a otro. Bardet, líder del AG2R, tuvo un problema en la zapatilla izquierda y le arroparon sus compañeros hasta que cambió de suelaEl veterano ciclista suizo Morabito echó pie a tierra y abandonó.

Por Salinas de Añana, en un tramo que picaba hacia arriba, se rompió la unidad de la parte cabecera. Se quedaron Bagües y Canty, y poco después. A 47 km para acabar el sudafricano Smith también pasó problemas. Antes de un segundo paso por Anuncita, en la meta de Valdegovía cayó el diluvio, bajó la temperatura y cesó el viento que acompañó toda la jornada al pelotón, aunque al desaparecer evitó los abanicos en la interminable llanura de la zona alavesa. El estadounidense King y el ruso Sivakov también arrojaron la toalla. Así que Juul Jensen y De Gendt, el que más trabajó en la kilometrada, se sacudieron la carga tras castigar y una vez sin el lastre se comunicaron muy bien rodando veloces.

El dueto cabecero rondó el minuto y medio sobre el lote del maillot amarillo. El Astana se retiró de la caza final, cuando el grupo fue devorando a los integrantes de la fuga original. Al paso por Espejo comenzaron los chispazos desde atrás, que aceleraron la carrera para ir limando segundos a Juul Jensen y De Gent. De la Cruz y Kwiatkowski se organizaron y se reunieron con la pareja delantera. Bien por el Sky, que lanzó un órdago desde lejos en una etapa de transición abocada al sprint. De Gent, al que habría que hacerle un homenaje por su insistencia en esta Itzulia, reventó a falta de 13,5 km para llegar. Kiatkowski también se quedó sin gasolina y cascó. Era cuestión de tiempo que cayeran los otros dos, porque el viento de cara fuerte ponía un freno de mano en la bici. Y así sucedió.

El Movistar entró a gobernar el pelotón a diez kilómetros para acabar. Era un efecto doble: proteger a sus líderes Landa y Nairo, y atacar sobre De la Cruz y Juul Jensen, más un Teuns que arrancó con la intención de contactar con los escapados, algo que no logró. A tres kilómetros para acabar volvió la unidad al gran grupo, con el Bora haciendo un esfuerzo encomiable, para anunciar el sprint definitivo, previa intervención de Aranburu, al que le sobraron solo 500 metros para anotarse la etapa.

MCarthy: "Estoy contento, es una prueba de mucho prestigio"

"Estoy muy contento con esta victoria porque es una prueba de mucho prestigio. Es una Vuelta muy dura. Esta es mi segunda victoria esta temporada tras la Cadel Evans Ocean Race y me hace mucha ilusión porque es en una prueba de seis días". -J. Lekuona