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CICLISMO

Rasmussen: "Si Contador fuera danés, no le habrían defendido"

El ex ciclista danés habló para EFE y analizó la situación actual del ciclismo, el dopaje y su posible futuro como director de un equipo.E3 Harelbeke: Mikel Landa se prueba en el pavés

El ex ciclista danés Michael Rasmussen, durante el presente Tour de Francia.
Twitter @MRasmussen1974

Michael Rasmussen comparece con la calma de quien ya no cree tener deudas con el pasado ni fantasmas que esconder. No elude pregunta alguna, sangra aún por la herida que el Tour le provocó en 2007 y cree que el ciclismo peca de la desigualdad entre países que se toman en serio la lucha contra el dopaje y los que no.

Ha confesado su dopaje y se siente liberado, "tranquilo". Ha encontrado una paz que buscó durante años, aunque no pierde la lucidez del análisis crítico con el ciclismo de su época, ni con el español Alberto Contador, que heredó el maillot amarillo que él dejó en Pau una noche de julio cuando las sospechas se hicieron demasiado insoportables sobre su limpieza.

- ¿Ha sido difícil regresar al Tour?

- Este año estoy más tranquilo. El pasado, cuando vine por primera vez como cronista, el encuentro con los periodistas fue bastante brusco. Cuando dejé el Tour en 2007 faltaban muchas preguntas por responder que hasta ahora no podía contestar. Ahora no tengo ningún problema, puedo responder a todo.

- ¿No podía vivir sin el Tour?

- Mi lugar está aquí. En el futuro me gustaría trabajar en el ciclismo, como director. Esto es un paso importante, para que la gente se habitúe a verme en el grupo. Soñaba con el Tour desde que tenía 8 años. En 1983 di mi primera entrevista a una revisa en Dinamarca y dije que en 2000 estaría en el Tour. Siempre ha estado en mi corazón.

- Entonces, estos ocho años de ausencia deben haber sido duros..

- No estaba listo para volver. Ahora soy más maduro, estoy más tranquilo. Tengo una deuda con el ciclismo. La confesión en 2013 cambió todo. Ahora estoy tranquilo, no necesito mentir, puedo ir con la verdad por delante. Respondo a todas las preguntas.

- ¿Ha pasado la página de sus años negros?

- Tenía una herida abierta. No creo que se cierre nunca. Trabajé durante 25 años para ganar el Tour. Tendrán que pasar otros 25 para que eso se me vaya de la cabeza. Pero cada año mejoro.

- ¿Ganarlo como director ayudaría?

- Sería una gran victoria, pero solo una pequeña compensación. Nada puede compensar el hecho de ganarlo como ciclista.

- Y si llega a ser director, ¿qué les dirá a sus corredores sobre el dopaje?

R: Que es mejor no doparse, porque tarde o temprano te van a pillar. Yo soy un buen ejemplo. Y Lance Armstrong es otro. Ninguno de los dos dimos nunca positivo. Pero con el tiempo acaban por atraparte.

- Es decir, ¿sigue habiendo dopaje en el pelotón?

- No hay que hacerse ilusiones. Siempre habrá gente que querrá ganar a cualquier precio. En el ciclismo, en el atletismo, en todos los deportes. Ahora puede que sea diferente, pero no sabemos lo que está pasando en este momento hasta dentro de diez años.

- Usted habla de un sistema organizado en su época. ¿Todos iban dopados? ¿Incluido Contador?

- Yo no lo sé. Pero Contador tenía una ventaja con respecto a mi. Él era español. Si hubiera sido danés,... el primer ministro danés no le hubiera defendido como hizo Zapatero. Hay muchas maneras de afrontar la lucha contra el dopaje. Es uno de los problemas actuales en el deporte. Hay reglas que son iguales para todos, pero no todos las aplican igual. Solo un 10 o 15 % administra las reglas de forma adecuada. Ahora hay más controles, pero cada país aplica el sistema de forma diferente. En 2010 en Alemania hubo 238 multas a atletas que no completaron la documentación sobre el dopaje. En Polonia ninguna. Las mismas reglas, pero diferente aplicación. No es justo.

- ¿Y considera que España es un mal ejemplo?

- La Operación Puerto lo demuestra. Han tardado diez años en dar las bolsas. Ahora no sirven para nada. Ha sido manejado políticamente, es una vergüenza para los poderes en España. O se combate o no se combate. Hay motivos políticos.